El cementerio español que está en medio de una rotonda: no acoge a nadie desde 2002
Fue una consecuencia de la expansión urbanística.
En la comunidad de Madrid, conocida por su riqueza histórica y urbanística, se esconde una de las curiosidades más insólitas de España. Se trata de un cementerio situado en el corazón de una rotonda. Este peculiar campo santo, ubicado en el municipio de Villanueva de la Cañada, se ha convertido en un espacio único que parece ser el resultado de una expansión urbanística mal planeada.
El Cementerio de Cristo, inaugurado en 1993, parecía destinado a ser un lugar tranquilo y apartado. Sin embargo, la expansión urbanística experimentada por Villanueva de la Cañada en el año 2000 transformó su entorno por completo. El desarrollo del municipio llevó a que el camposanto quedara rodeado por una carretera, convirtiéndose en el epicentro de una rotonda que, incluso, cuenta con un paso de cebra en su interior.
Pese a este inusual contexto, según El Español, el cementerio continúa recibiendo visitantes que acuden a honrar la memoria de sus seres queridos. Sin embargo, desde 2002 no se realizan nuevos enterramientos, y el Ayuntamiento está valorando un posible desmantelamiento a largo plazo. Este proceso implicaría la exhumación de los cuerpos que yacen en sus 119 tumbas y 14 nichos, algunos de ellos con gran valor histórico y emocional.
Caracterizados por su singularidad
El cementerio de Villanueva de la Cañada no es solo un lugar de descanso eterno. Su ubicación lo convierte en un espacio de gran interés para los curiosos. Además de su condición de rotonda, destaca por ser testigo de un desarrollo urbanístico que marcó una época en el municipio.
Este peculiar camposanto es solo una de las muchas curiosidades relacionadas con los cementerios madrileños, que también albergan historias sorprendentes, como la línea 110 de autobús que cruza el Cementerio de la Almudena, el más grande del mundo con 120 hectáreas de terreno.
En Madrid también destaca el cementerio de San Isidro, el más antiguo de la capital ya que fue construido en 1811. Además, sus 120.000 metros cuadrados acoge al cipresal más importante de Europa que supera los 200 años de antigüedad. Sin embargo, una de las curiosidades que más atrae a los visitantes es que en sus tierras descansan personajes históricos como políticos, literarios e incluso dos superviventes de la tragedia del Titanic, María Josefa de la Cruz Pérez de Soto y Calleja, junto a su marido.
