Las quinielas en el PP sobre el Gobierno de Rajoy
En el Partido Popular nadie se puede quedar sin batería en las últimas horas. Todos están a la espera de la llamada del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Eso significaría ser ministro. Hay apuestas entre los dirigentes y parlamentarios populares, quinielas de boca en boca, filtraciones interesadas.
Pero el líder del PP se mantiene fiel a su estilo. Hermetismo puro. A pesar de sus continuas llamadas a la urgencia de un Gobierno, se ha dado un plazo de cinco días para anunciarlo. El momento de la verdad será este jueves por la tarde. El viernes ya se celebrará en La Moncloa el primer Consejo de Ministros con los nuevos titulares.
En el PP, según varias fuentes consultadas por El Huffington Post, esperan un nuevo Ejecutivo “más próximo y más cercano” para afrontar esta nueva etapa política. Los populares son conscientes de la dificultad de la legislatura, que exigirá mucho diálogo para poder sacar adelante las leyes. El Gobierno siempre estará al borde del precipicio.
El Ejecutivo podría presentar algunas novedades, como la irrupción de María Dolores de Cospedal, la salida de Jorge Fernández Díaz, la llegada de caras más frescas del PP y la inclusión de algún independiente.
EL EQUILIBRIO ENTRE SANTAMARÍA Y COSPEDAL
La familia popular da por hecho que Soraya Sáenz de Santamaría se quedará como vicepresidenta. Las dudas surgen sobre las competencias que conllevará su cargo a partir de esta semana. Y es que algunos populares creen que podría perder la Portavocía y el Centro Nacional de Inteligencia -que antes pertenecía al Ministerio de Defensa- y ganar, en cambio, el Ministerio de Administraciones Públicas.
Este departamento desapareció como tal con la llegada de Rajoy a la Presidencia. Precisamente él había sido titular en el Palacio de Villamejor años antes, pero lo fusionó con Hacienda tras ganar en 2011. Ahora hay sectores del Partido Popular que creen que podría volver a ser un ministerio independiente para afrontar la situación de Cataluña y el nuevo modelo de financiación -uno de los grandes pactos propuestos durante la sesión de investidura-.
Rajoy diseñó un Gobierno austero, con carteras fusionadas y una reducción de altos cargos cuando llegó en plena crisis económica hace cinco años a La Moncloa. Ahora podría optar por ampliar la organización, recuperando ministerios como el citado de Administraciones Públicas o el de Cultura.
Sáenz de Santamaría, Cospedal y Martínez Castro
El presidente deberá equilibrar fuerzas entre Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal, si al final la incluye, como esperan en el Partido Popular. Sus desencuentros son vox populi en el PP. La secretaria general podría recaer en alguno de los grandes ministerios -los denominados de Estado- como Interior, Defensa y Fomento. El problema de este último es que fuera utilizado por los rivales de la oposición relancionándolo con actividades económicas de su marido.
FERNÁNDEZ DÍAZ, EN POSICIÓN DE SALIDA... Y MORAGAS, DE ENTRADA
Unos que entran y otros que se van. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, está en la cuerda floja. Es amigo personal de Rajoy, el presidente lo considera un político de su máxima confianza. Además, el departamento que dirige necesita una persona con la que hablar directamente, sin intermediarios. El problema que tiene es que la oposición lo rechaza frontalmente y en breve se puede enfrentar a una comisión parlamentaria de investigación por el escándalo de las escuchas.
También pertenecen a esa vieja guardia de Rajoy otros de los posibles salientes: José Manuel García-Margallo (Asuntos Exteriores) y Pedro Morenés (Defensa). El primero también era uno de los ministros-amigos de Rajoy, pero se ha producido un distanciamiento en los últimos meses por la indisimulada postulación de Margallo para liderar una legislatura constituyente antes de que se desbloqueara la situación institucional.
¿Y si sale Margallo? En el Partido Popular miran en ese momento al jefe de gabinete de Rajoy, Jorge Moragas, diplomático de carrera. Además, si cae Fernández Díaz, también se cubriría con él la ‘cuota catalana’ en el Gobierno. El dilema es si Rajoy estaría dispuesto a prescindir en Moncloa de él, que sabe todos sus secretos y organiza el trabajo del entorno presidencial. Una fuente dice que ese puesto en Moncloa podría pasar incluso a Carmen Martínez Castro, actual secretaria de Estado de Comunicación.
Moragas y Rajoy
El tema catalán preocupa bastante en el Ejecutivo, con una Generalitat presionando para un referéndum en otoño del año que viene. ¿Y si no entra Fernández Díaz y no se hace ministro a Moragas? ¿Qué catalán puede ascender? Muchos en el PP también apuntan el nombre del secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón. Es un hombre de máxima confianza de Sáenz de Santamaría y tiene fama de dialogante.
El nombre de Ayllón también ha sonado en círculos del PP como portavoz en el Congreso. Y esa posibilidad aparece ante un hipotético salto de Rafael Hernando al Gobierno. Su labor durante estos duros años ha agradado al presidente y podría premiarle. Este diputado va en en las listas por Almería. La organización provincial ansía un puesto en el Ejecutivo al ser uno de los bastiones del Partido Popular en el sur y anhelaría el Ministerio de Agricultura.
LOS 'AFIANZADOS' TEJERINA, CATALÁ Y MÉNDEZ DE VIGO
Ahora mismo ese departamento está dirigido por Isabel García Tejerina, que llegó en el ecuador de la legislatura por la marcha a Bruselas de Miguel Arias Cañete. La vallisoletana ha hecho también un trabajo valorado por el presidente y el PP de Castilla y León la quiere en ese departamento. Discreta, eficaz, sin salidas de tono, pero cerrando filas con el partido en las pocas ocasiones que habla de política.
Ese estilo gusta mucho en La Moncloa. En él se enmarca también uno de los ministros que aparece en todas las quinielas para mantenerse, Rafael Catalá. Y en el partido se especula con la posibilidad de que pudiera recaer en un ministerio diferente al de Justicia, como Interior o Fomento -fue secretario de Estado en este departamento cuando Ana Pastor era ministra-. También parece consolidado el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, aunque hay quinielas entre los populares que lo sitúan en otra cartera dependiendo de las necesidades de Rajoy.
Tejerina, Báñez y Méndez de Vigo
EL 'MORBO' ECONÓMICO
Mucho morbo despierta en el partido ver cómo queda el área económica. Las especulaciones van en varios sentidos y hay opiniones diferentes sobre la balanza entre Luis de Guindos y Cristóbal Montoro. La relación entre ambos no es nada buena. Rajoy es consciente y, de hecho, para que ninguno tuviera más poder que el otro él se situó como presidente de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos.
Al presidente le gusta de Guindos su manejo en la escena internacional, sus contactos allende los Pirineos, su conocimiento de idiomas. Además, llega un momento muy sensible para España debido a las medidas que espera con urgencia la Comisión Europea. Hay mucho que negociar para no tener que hacer otro gran tijeretazo, que supondría un mal comienzo para llegar a acuerdos con los otros partidos.
Pero también reconoce la labor de Montoro. Ascender a De Guindos sería un golpe contra el jienense. Él tiene a favor conocer como nadie los Presupuestos Generales del Estado, la gran ley y prueba que tiene que superar el PP en los próximos meses. Si no supera Rajoy este obstáculo, se vería abocado a disolver las Cortes a partir de mayo. ¿En contra? Es uno de los ministros más cuestionados por la oposición, que sacará los dientes contra él. Y tampoco tiene grandes amigos en las divisiones regionales del partido al ser la cara de los recortes. A priori no parece el hombre más adecuado para negociar el nuevo sistema de financiación autonómico.
Guindos y Montoro
En el área económica también hay un nombre del Gobierno que gana enteros: Fátima Báñez. Especialmente en los últimos meses por sus buenas relaciones con Ciudadanos durante las negociaciones. Esto lleva a pensar a varios diputados que podría ser un buen perfil para tender puentes con otros partidos.
Siempre que se habla de economía en el PP aparecen dos hermanos eternamente ministrables: Álvaro y Alberto Nadal. Dos políticos solventes, que podrían encajar en algunos de los departamentos como Hacienda e Industria.
A LOS DIPUTADOS LES GUSTAN MAROTO Y CASADO
Más Parlamento. Entre los diputados se vería con muy buenos ojos que consiguieran ministerio algunos de los nuevos vicesecretarios del PP como Pablo Casado y Javier Maroto. Este último además podría entrar dentro de las “cuotas territoriales”, como dice un parlamentario, representando al País Vasco. En el anterior Ejecutivo estaba Alfonso Alonso, que volvió a Euskadi para presentarse a las elecciones autonómicas.
Otro de los vicesecretarios que gusta en el partido es Fernando Martínez-Maillo. Pero ese es precisamente su problema para llegar al Gobierno. Fuentes de Génova comentan que hay un gran entendimiento entre él y el presidente y que se ha adaptado muy bien a la dirección. De hecho, si Cospedal acaba en un ministerio, él podría hacerse con las riendas del PP.
No hay que olvidar que, además de la carrera por los puestos en el Gobierno, el PP tendrá que celebrar un congreso nacional este año y los posteriores cónclaves regionales. Por lo tanto, la estructura del Gobierno también dependerá de lo que quiera hacer con el partido el presidente y qué cabezas quiere tener en Génova.
Maroto, Casado, Martínez-Maillo y Hernando
LAS CUTOAS TERRITORIALES
Aunque se dice que a Rajoy no le condiciona nadie su Gobierno, sabe que debe contento al partido. Siempre ha reconocido la importancia de controlar a los barones. Mirando más allá de Cataluña y el País Vasco, aparece Galicia. Goza de una importancia vital para el partido, es el único Gobierno autonómico con mayoría absoluta y un bastión sentimental. Descartada Pastor al ser presidenta del Congreso, hay quinielas que apuntan a Pilar Rojo, Alfonso Rueda, José Manuel Barreiro y Pedro Puy Fraga.
En la reserva autonómica también emerge con fuerza Luisa Fernanda Rudi (Aragón). A algunos en el partido no les pasó desapercibido que estuviera en la tribuna de invitados durante la sesión de investidura. Con menos fuerza aparecen otros presidentes autonómicos destronados como Pedro Sanz (La Rioja) y José Antonio Monago (Extremadura). Como en todos los cambios de Gobierno, reaparece Juan Vicente Herrera (Castilla y León). Andalucía también requiere gran peso en el Ejecutivo, ahí están Báñez y Montoro. Pero también podría tirar Rajoy de Juanma Moreno y de Juan Ignacio Zoido.
Rudi y Sanz
Los nombres bailan según cada político del PP. Algunos acusan de que se lanzan hasta para quemarlos. Y muchos se preguntan por qué Rajoy se ha dado un plazo alargado para anunciar este Ejecutivo. Una de las interpretaciones es que quiere convencer a algún independiente. Otra es que se llevará a cabo una renovación profunda. Más posibilidades es que quiera ajustar con mucha precisión hasta los organigramas de segundo nivel y el reparto de secretarías de Estado.
¡Que el ritmo no pare! En las quinielas también circulan nombres como Rubén Moreno, Íñigo de la Serna, José Ignacio Echániz, Francisco Martínez…
Todos están pendientes a su móvil. Rajoy suele llamar a última hora. Y como comenta un veterano diputado: “Yo ya no hago quinielas con Rajoy, que luego me paso el año pagando cenas”.