El Pacma describe cómo ha muerto el Toro de la Peña de Tordesillas
Pelado, el Toro de la Peña de Tordesillas, no sufrió este martes la misma suerte que sus predecesores. Después de que la Junta de Castilla y León prohibiera el polémico Toro de la Vega, el Ayuntamiento de la localidad organizó este festejo sustitutivo en el que no se podía lancear ni matar al animal en público, como mandaba la tradición hasta ahora. Pero Pelado también ha acabado muriendo.
El partido animalista Pacma envió a dos personas a Tordesillas para que grabaran el festejo. Laura Duarte, portavoz de la formación, explica a El Huffington Post que todavía no han recibido esas imágenes, pero asegura que sí saben cómo ha acabado el Toro de la Peña.
“Una vez que terminó el encierro se lanzó un cohete anunciando el final del encierro. La Guardia Civil retiró a todo el mundo fuera del campo. Se llevó a todo el mundo fuera de allí”, asegura. Luego, según el testimonio de los miembros del partido allí presentes, el toro vio que ya no estaba rodeado de gente y se retiró bajo un árbol y se puso a comer.
“Entonces se acercó la Guardia Civil, lo anestesió con un dardo", asegura. Aunque en un primer momento el Pacma aseguró que al toro le habían dado muerte allí mismo, en realidad el animal fue transportado a unos corrales y utilizado en otro encierro posteriormente. Luego fue conducido a un matadero de Salamanca.
De esta forma se ha cumplido con la ley, que prohíbe matar al animal en público, pero Pelado no ha podido salir con vida.
El Pacma ya había anunciado que seguía oponiéndose a este nuevo festejo porque, aunque el toro no iba a morir a la vista del público como antes, “sí que se le daría muerte después, como en cualquier encierro”. “Independientemente del sufrimiento que se le provocaba al toro en el festejo en sí, nos indigna cualquier festejo taurino en el que el fin sea la muerte de los animales. Y es así en todo ellos”, afirmaron.
En los últimos días, dos organizaciones en defensa de los animales, Fundación ProVegan y Capital Animal, habían propuesto que el toro fuera trasladado a un "santuario de animales" en el que el astado pudiera tener "una vida digna hasta que, de manera natural, esta llegue a su final".