La Asamblea de Madrid pide limitar la carga de deberes en Primaria
“Los profesores son dueños de distribuir el tiempo que utilizan en el horario lectivo, pero no pueden decirle a las familias cómo tienen que emplear el resto del tiempo de su vida”. La diputada de Ciudadanos, María Teresa de la Iglesia, justifica así la Proposición No de Ley (PNL) que su grupo ha presentado este jueves en la Asamblea de Madrid. El objetivo del documento es claro: que el Gobierno de Madrid, presidido por Cristina Cifuentes, promueva los instrumentos que regulen el tiempo máximo de deberes de los alumnos de primaria.
El Pleno de la Asamblea ha aprobado la proposición, que dada su naturaleza no es de obligado cumplimiento y que ha contado con los votos a favor, además de Ciudadanos, de los otros dos grupos de la oposición (PSOE y Podemos) y la abstención del PP.
El clamor de niños, padres y organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es unánime. Los alumnos de primaria españoles afrontan 6,5 horas de ejercicios a la semana frente a las 4,9 de media de los países OCDE —los quintos de un ránking liderado por Rusia—. A juicio de la OMS, este dato está asociado a una peor satisfacción con la vida, a problemas de estrés y a depresión escolar.
Esta “sobrecarga de trabajo” —como lo tilda la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA)— movió a una madre, Eva Bailén, a iniciar una recogida de firmas en la plataforma Change.org que supera las 200.000 desde marzo y que sirvió de germen para la PNL de Ciudadanos.
“No existe una correlación directa entre resultados escolares y número de horas que los niños dedican al estudio en casa”, explica la diputada de Ciudadanos, quien resalta un sentimiento extendido entre los padres de que los deberes son un atentado contra la libertad de cómo utilizan el tiempo de ocio de sus hijos”.
La PNL ha generado un gran interés en todos los grupos de la Asamblea que han presentado enmiendas. Sin embargo, el consenso no parece fácil: “Queremos que haya algún tipo de mecanismo para controlar los deberes escolares, pero el PP se muestra reacio a este tipo de control”, afirma la diputada de Ciudadanos, quien culpa a los deberes de “fomentar la brecha de la desigualdad porque algunos padres no pueden acompañar a sus hijos o no tienen la formación adecuada”.
"IRRESPETUOSOS"
“No es propio del siglo en el que nos encontramos, de la sociedad en la que vivimos”. Organizaciones como CEAPA llevan años denunciando la “presión” a la que se ven sometidos los niños por el “miedo a las consecuencias” de no realizar los deberes escolares. Jesús Salido, presidente de la CEAPA, cree sin embargo que la propuesta de Ciudadanos de regular el tiempo que se dedica a los deberes se queda corta, y que lo que hay que hacer es eliminarlos. "No estamos de acuerdo con lo que propone Ciudadano, no queremos racionalizar los deberes, hay que suprimirlo directamente y que todo el contenido se dé en horario lectivo", afirma Salido, quien cree que "tareas que se hacen fuera del centro no se pueden valorar ni para bien ni para mal, porque son una injerencia en la vida familiar".
En el mismo sentido se manifiesta este jueves la FAPA Francisco Giner de los Ríos, quien aboga por eliminar "una vieja actuación que ataca frontalmente la equidad y la calidad" de la educación. Los países más avanzados en educación, dice esta federación, "dejan resuelto lo escolar en la escuela y respetan el derecho que tienen los menores a tener ocio y tiempo libre para hacer otras cosas que no sean tareas escolares obligatorias".
Eva Bailén, la madre que promovió la recogida de firmas en Chage.org para acabar con los deberes, incidió en este planteamiento el pasado septiembre cuando escribió en El Huffington Post que “los deberes se han convertido en una intromisión de la escuela en el hogar, que a veces son tan excesivos que resultan irrespetuosos”.
Según Bailén, “a muchos padres nos parecería una falta de respeto tremenda que nuestra empresa nos hiciera trabajar el fin de semana”. Y concluye: “Ojalá cada vez sean más los docentes que tratan a sus alumnos con respeto y mandan deberes respetuosos, justos, racionales, moderados y adecuados para el aprendizaje.