El punto de no retorno
El pulso independentista en Cataluña vuelve a ser esta mañana el asunto principal en la prensa, ya que se rompe un "off the record"...
"Rompo un compromiso de confidencialidad sobre los planes reales del independentismo. Lo hago por una obligación moral". Quien así se expresa es el periodista y politólogo Ignacio Martín Blanco, que firma una tribuna en El País en la que rompe el "off the record" de una cena el pasado 5 de octubre con el presidente de la Asociación Nacional Catalá, Jordi Sánchez.
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Y lo hace, argumenta, porque no debe guardar lealtad a quienes se comportan de manera tan desleal con sus conciudadanos. Primero, por engañarles, por decir una cosa en privado y otra en público -como que la mayoría obtenida el 27-S no es suficiente para proclamar la independencia.
No obstante, Sánchez explicó su estrategia: actuar como si la independencia fuera cuestión de horas con el objetivo de dar la sensación de que el Parlament ya actúa como si estuviera fuera de la legalidad y forzar "la mediación internacional para resolver el contencioso" e imponer, al menos, la celebración de un referéndum de autodeterminación.
La estrategia de llegar al punto de no retorno es contemplada también por otras voces...
Ignacio Camacho estima en ABC que "la moción de desconexión catalana es un exámen de la fortaleza del Estado. Si la impide, aprobado; si se celebra, suspenso". Para El Correo, estamos ante "un pulso de ley", y considera engañoso concluir que Junts pel Si y la CUP tienen mayor capacidad de iniciativa que el Gobierno de Rajoy, Ciudadanos y los socialistas catalanes porque "es imposible contravenir una política efectiva contraviniendo la ley".
De ahí que estime que hay que esperar, porque "sólo si afloran y toman cuerpo las discrepancias internas que encierra la forzada unidad independentista, a medida que sus exageraciones y frustraciones se hagan cada vez más insostenibles, cabe esperar la aparición de espacios de encuentro con ese mundo".
Entre tanto, la precampaña electoral continúa, y el Gobierno parece encontrar dificultades al apoyarse en su balance económico...
"La junta electoral prohíbe al Gobierno exhibir las mejoras del mercado laboral", se lamenta en su portada ABC, porque ha estimado parcialmente una denuncia del PSOE contra el Ministerio de Empleo "por acciones de ventas de logros"; como decir "hay 300.000 ocupados más que antes de la reforma laboral".
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El caso es que los propios datos le llevan la contraria al Ministerio. El País destaca que "la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, el organismo que vela por la sostenibilidad de las cuentas públicas, no se cree las previsiones de ingresos por cotizaciones de la Seguridad Social. Considera que no podrá recaudar por cuotas lo que ha presupuestado ni este año ni en los tres próximos".
Tony Barber, en Financial Times, señala la laxitud presupuestaria que se vuelve a detectar, diez años más tarde, en la eurozona, y señala a Francia, Italia y España como los responsables.
Claro que, en Alemania, guardiana de las esencias presupuestarias, están más preocupados de sus propios asuntos...
A la crisis de los refugiados se suma la de Volkswagen, que no deja de expandirse, en palabras del Süddeutsche, después de que la compañía haya reconocido que el "fraude" de las emisiones también se refiere a las de CO2 y por tanto a los coches de gasolina.
Para Carsten Germis en el Frankfurter Allgemeine, el grupo debe darse prisa en probar su inocencia frente a las nuevas acusaciones de Estados Unidos, mercado privilegiado para Audi y Porsche.
La prensa estadounidense pone el punto de mira en lo que supone el inicio de una normalización diplomática...
Y un hito histórico, porque este sábado China y Taiwan van a poner fin a 66 años de desencuentros con la reunión en Singapur del presidente chino, Xi Jiping, y el líder de Taiwan, Ma Ying-jeou. El New York Times atribuye la iniciativa a Xi: "Más arriesgado que sus antecesores en política exterior" y consciente de que el Partido Nacionalista de Taiwan, el Kuomintang, está a la baja en los sondeos de cara a las elecciones del año que viene.
Y el tuit de esta mañana mira a los adolescentes...
Desde el punto de vista cerebral porque, nos explica Le Monde, "el paso a la edad adulta es fruto de una larga fase de maduración del cerebro", cuya transformación explica buena parte de los aspectos de "la edad ingrata" porque "uno de cada diez jóvenes sufre”.
