En busca de la almohada perfecta: cómo elegir la que mejor se adapta a tus necesidades
Ya lo tienes todo: la cama, el colchón, el edredón y la funda. Has comprado la cama perfecta y te vas a casa con la sensación del deber cumplido. Pero, espera. ¡Falta la almohada! Ese pequeño cojín que normalmente dejamos para el final y al que no prestamos casi atención es uno de los pilares fundamentales del buen descanso. Sin una buena almohada, olvídate de dormir bien. Especialmente, si tienes alguna pequeña lesión en el cuello o las cervicales.
Ya que pasamos prácticamente un tercio de nuestras vidas durmiendo, no menosprecies donde apoyas tu cabeza. "Los pacientes me preguntan: ¿Cuál es la mejor almohada?. Siempre les contesto lo mismo: 'Depende'", explica Fernando Ramos Gómez, vocal del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España. ¿Y de qué depende? Sigue leyendo, estos son los consejos de un profesional.
1. DIME CÓMO DUERMES...
Si duermes boca arriba, elige una almohada de dureza y altura medias (entre 10 y 13 cm) y con una longitud que supere el ancho de tus hombros. Si solo te vence el sueño de lado, apuesta por una almohada alta (hasta 15 cm). Las finas (8-10cm) están especialmente recomendadas para los niños y para aquellos que descansan boca abajo. "Aunque también pueden hacerlo sin almohada", apunta Ramos.
2.PROBAR ANTES DE COMPRAR
No te cortes. No solo pruebes el sillón, el colchón o el sofá, hazlo también con la almohada. Sitúate de pie ante la pared como si fuera el colchón. “Si nuestra posición a la hora de dormir es sobre el hombro, nos situamos lateralmente en la pared con el hombro apoyado sobre la misma. La distancia existente entre nuestra cabeza recta y la pared representa la altura a la que debemos escoger la almohada. Repite el mismo procedimiento si tu posición para dormir es sobre la espalda. En este caso, el espacio para rellenar se sitúa entre la parte posterior de tu cuello y la pared. Valora si te sientes cómodo al probarla y si da soporte a tu curvatura cervical", dice Ramos.
3. LA IMPORTANCIA DE LAS CERVICALES
"Si padeces alguna patología en la zona del cuello, pregunta por las almohadas cervicales y elige la que tenga la forma de tu curvatura fisiológica, que dan mayor soporte a la zona lesionada y a la cabeza para reducir el estrés sobre las vértebras", comenta el portavoz del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España. Como norma general, cada persona debe tener su propia almohada adaptada a su morfología y a sus hábitos de sueño. Así que si duermes en pareja, el fisioterapeuta recomienda que cada uno tenga la suya. Di adiós a compartirla.
4. ¿DE PLUMA O SINTÉTICAS?
De pluma, de látex, de espuma, sintéticas o de agua. Todos estos materiales son un reclamo en las estanterías, pero lo importante aquí es saber cuál es la que más se adapta a nuestras necesidades:
- Las de plumas son ideales si duermes boca abajo, pero hay que tener especial precaución con los niños (por si se escapa alguna pluma) o si eres alérgico.
- El látex es perfecto si descansas de lado o si eres deportista y tienes una masa muscular superior a la media.
- Las almohadas de espuma viscoelástica no son recomendables para niños ni para personas que se mueven mucho durante la noche.
- En el caso de la lana y el algodón, que necesitan un lavado delicado, su principal beneficio radica en que no producen alergias, por lo que son una buena opción si tienes asma o intolerancia a los ácaros.
- Las de agua tienen la ventaja de adaptarse a todos los movimientos de nuestra cabeza durante el descanso. Proporcionan densidad y firmeza, pero no todo el mundo se siente a gusto. Al fin y al cabo, es lo importante.