Elecciones en Reino Unido 2015: Dimiten los tres grandes derrotados
Goteo de dimisiones tras la victoria por mayoría absoluta del conservador David Cameron en las elecciones británicas. El candidato laborista en las generales británicas de este jueves, Ed Miliband, ha dimitido como líder de la oposición después del duro varapalo que ha sufrido su formación, tras meses en los que las encuestas habían anticipado un empate técnico entre laboristas y conservadores.
También el líder del Partido Liberal Demócrata británico, Nick Clegg, ha presentado su dimisión después de que esta formación perdiera 49 escaños (tenía 57 y se ha quedado en ocho) en las elecciones, tras haber formado parte en los últimos cinco años de la coalición del Gobierno de David Cameron.
Y el líder del eurófobo y antiinmigración Partido de Independencia del Reino Unido (UKIP), Nigel Farage, ha dimitido este jueves tras quedar excluido de la Cámara de los Comunes al no obtener el escaño al que aspiraba en las elecciones generales británicas.
LOS LABORISTAS: TERCER CAMBIO EN MENOS DE 10 AÑOS
Los laboristas se enfrentan así al tercer proceso sucesorio en menos de una década, después de que Tony Blair hubiese entregado el timón en 2007 a Gordon Brown y la salida de este hace cinco años, cuando la formación registró su segundo peor resultado electoral en ocho décadas.
El balance de Miliband en las urnas es peor que el de Brown, puesto que si éste había logrado 258 diputados, su sucesor, a la espera de la conclusión del escrutinio definitivo, no llegará a los 235. Con todo, debido a la particularidad del sistema electoral británico, se da la peculiaridad de que los laboristas mejoraron su porcentaje de voto con respecto a hace cinco años.
En su primera intervención, el candidato había reconocido que la noche electoral había resultado "decepcionante y difícil" para su formación, que vio cómo las expectativas que las encuestas les habían dado de formar gobierno se esfumaban al cierre mismo de los colegios electorales.
El candidato laborista cierra así un ciclo de cinco años que había inaugurado tras una lucha fraterna contra su hermano David, ex ministro de Exteriores, a quien se impuso contra todo pronóstico en la carrera por el liderazgo por un margen de un escaso 1,4% de diferencia.
EL DESPLOME DE CLEGG
Por su parte, el líder del Partido Liberal Demócrata británico, Nick Clegg, después de calificar de "catastróficos" los resultados de su partido, dijo: "La responsabilidad del resultado es mía y solo mía". Muy emocionado, tras asegurar que en estos comicios "ganó el miedo", afirmó que su partido "volverá".
La renuncia de Clegg era esperada desde que se conoció el fiasco electoral que sufrieron los liberaldemócratas con la pérdida de la inmensa mayoría de sus escaños y después de que algunos de los pesos pesados del partido, como el secretario de Estado del Tesoro, Danny Alexander, y el ministro de Energía, Ed Davet, perdieran sus escaños.
Clegg logró retener el suyo, pero ello no fue suficiente para aliviar unos resultados tan adversos.
FARAGE SE VA, PERO...
Farage, que fue derrotado en la circunscripción inglesa de South Thanet (sureste de Inglaterra) por el candidato conservador, Craig Mackinlay, ya había asegurado hace unos días que dimitiría si no lograba su objetivo de entrar en el Parlamento. Farage ha afirmado no obstante que durante el verano considerará la posibilidad de volver a presentarse en septiembre como candidato para liderar la formación.
El líder del UKIP, que en 2005 ya perdió en esta misma circunscripción, considerada de voto variable, obtuvo 16.026 votos, por detrás de los 18.848 de Mackinlay, que curiosamente pertenecía a la formación de Farage antes de pasarse a los "tories".
Al conocer su derrota, Farage lamentó el sistema electoral en el Reino Unido, que permite que su partido, a pesar de sacar un buen número de votos, obtenga solo un escaño, mientras que el Partido Nacionalista Escocés (SNP), implantado solo en Escocia, saca 56 escaños con un 4,8 % del sufragio a nivel nacional. Es hora de que haya "una reforma política real y genuina", dijo Farage, y aseguró que el UKIP "liderará" esa transformación.
En el sistema electoral británico, mayoritario uninominal y sin representación proporcional del voto, gana un escaño en cada circunscripción el candidato más votado, y a nivel nacional el partido con más escaños.
El UKIP de Farage, fundado en los años 90 y que hasta el año pasado no tenía representación en la Cámara de los Comunes, irrumpió en la primera línea política del Reino Unido en las elecciones europeas de 2014, cuando fue el partido británico más votado, con un 30 % del voto y 24 eurodiputados.