Frases para los anales
Una frase destaca esta mañana en la prensa nacional en lo que se ha venido a denominar el caso Rato. Una frase que trae recuerdos de otros tiempos...
"Me enteré de lo de Rato por la prensa y tuve un gran disgusto". Mariano Rajoy casi parafraseó a Felipe González en sus explicaciones a los empresarios del influyente Puente Aéreo con los que se reunió ayer en La Moncloa. El País desvela que el presidente del Gobierno respondió así a una pregunta de la presidenta de Bankinter, María Dolores Dancausa, en la que de alguna manera se cuestionaba si no estaba juzgando antes de tiempo al exvicepresidente y habitual del grupo en anteriores reuniones.
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Rajoy aseguró que se llevó un disgusto y que sigue siendo amigo de Rato y que todo "ha sido una actuación independiente de la Agencia Tributaria". En esta hipótesis abunda en La Vanguardia Manel Pérez: el caso Rato sale "por la presión social y los inspectores de la Agencia Tributaria" porque "Montoro intenta desvincular el vía crucis de Rato con la amnistía fiscal".
Sin embargo, Ernesto Ekaizer en El País sigue apuntando a "razones inconfesables" que han hecho que el asunto se saltara a la Fiscalía Anticorrupción para pasar a la Fiscalía de Madrid y no retrasar así la actuación contra el exdirector gerente del FMI.
El caso es que "nadie quiere el caso Rato", señala José Manuel Romero, y de ahí que El País concluya en su apertura que "la actuación de Hacienda deja el caso Rato en el limbo" y ABC nos presente "las sombras de una detención nada convencional: irregularidades, intrigas y chivatazos".
Sin embargo, el director de la Agencia Tributaria, Santiago Menéndez, calificó de "eficaz" la actuación de Hacienda y dejó otra frase para los anales periodísticos...
"La repera patatera", para referirse a "una lista peligrosa", como la define El País en un editorial, porque se ha convertido "en un arma arrojadiza muy peligrosa con efectos políticos potencialmente devastadores". De ahí que pida la comparecencia del ministro Montoro en el Parlamento y que Rato explique "por qué un exministro tiene dinero sin declarar".
Está de acuerdo La Vanguardia en que, respecto a la publicidad de los nombres recogidos en la lista, se debe imponer lo que dice la ley, aunque apunta a que el propio Parlamento puede modificar la obligada confidencialidad durante la tramitación de la Ley General Tributaria aprobada el viernes pasado en Consejo de Ministros.
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Al margen de las consecuencias legales, el caso Rato tiene ya evidentes consecuencias políticas para el PP, como señala ABC en un editorial que apunta a Mariano Rajoy, cuyo relevo ya no es tabú...
"El PP es un cadáver que sabe que lo es", empieza de manera contundente David Gistau en el diario conservador, al tiempo que vaticina: "Nada impedirá que los cuarentones -en referencia a Rivera e Iglesias- lo llenen todo de impresiones flamantes allí donde huele a viejo, podrido y a final".
José Antonio Zarzalejos no excluye en un artículo de opinión en El Confidencial que "Rajoy esté siendo víctima de un golpe interno o puede ser que la debilidad del Gobierno haya envalentonado a los que quieren triturarle a poco más de un mes de las elecciones". Y cita a Núñez Feijóo, que en su desayuno informativo en Madrid adelantó la idea de que "una debacle del PP obligaría a Rajoy a proponer otro candidato a la presidencia del Gobierno".
Curiosamente, desde la última, Raúl del Pozo apunta al presidente de la Xunta, al que califica como "el Fraga del siglo XXI", que puede ser el recambio con o sin la complicidad del propio Rajoy. En El País, Lluis Orriols, doctor por la Universidad de Oxford, publica una tribuna con el significativo título "Rajoy y el debate sucesorio en el PP", en la que señala lo beneficioso que es electoralmente para un partido la retirada a tiempo de un líder abrasado y cita los casos de Margaret Thatcher y, más recientemente, el de Griñán en Andalucía.
El escritor Antonio Puigverd recupera en La Vanguardia el género teatral de la astracanada y recuerda que el crítico Francisco Aznar lo definió así: "Se toma un fresco, lo más fresco posible, y se coloca a su alrededor una docena de mentecatos".
La intensa crónica política no nos hace olvidar la tragedia del Mediterráneo...
Que empieza a adquirir tintes bélicos. La eurodiputada alemana y coordinadora de la comisión de Justicia, Monika Hohlmeier, propone en ABC "una intervención militar en Libia" y el Frankfurter Allgemeine hace hoy recuento de los medios marítimos con los que cuenta Alemania.
España, leemos en El País, "apoya hundir los barcos que se usan para el tráfico de inmigrantes" y así lo planteará en el Consejo de Seguridad. Mientras que Le Monde se pregunta si el camino a seguir es el de Australia; cero muertos en naufragios, pero también ningún inmigrante ilegal en su territorio mediante acuerdos con terceros países que hacen la labor de policía y a una inexistente política de asilo y refugio.
Menos mal que La Vanguardia nos emociona con la historia una familia italoamericana que con su yate ha montado su propio servicio de socorro.
El tuit de esta mañana nos hace reflexionar sobre si todo vale en política...
Grant Shapps, presidente del Partido Conservador británico, es acusado por los editores de la enciclopedia online Wikipedia de manipular las biografías que aparecen en Wikipedia de algunos de sus compañeros de partido y de sus rivales políticos... Shapss dice a The Guardian que todo es falso.