Losada 'desmonta' a Rajoy: "Él no tiene ningún interés en que lo conozcamos"
Lo vemos en la televisión todos los días, leemos noticias constantemente sobre él, escuchamos sus discursos… Pero, ¿sabemos realmente quién es Mariano Rajoy? ¿Cómo piensa? ¿Qué objetivos tiene?
Sobre Rajoy hay muchos mitos, desde que ha llegado casi por suerte hasta La Moncloa a que le da pereza el ‘lío’ de la política y prefiere leer el Marca. ¿Corresponden con la realidad estas afirmaciones? Descifrar al presidente se ha convertido en uno de los principales propósitos de Antón Losada, profesor titular de Ciencia Política de la Universidad de Santiago que acaba de publicar Código Mariano, una obra en la que analiza la personalidad del jefe del Ejecutivo.
El presidente legará al país, según confiesa Losada, el ‘marianismo’, una manera de hacer política que ya practican dirigentes de derechas e izquierdas y que está marcada por el uso partidista de las instituciones, la falta de transparencia y la relación de mera propaganda con el ciudadano.
Le proponemos a Losada el reto de ‘desmontar’ al jefe del Ejecutivo a través de algunas frases que ha pronunciado Rajoy durante su carrera y que muestran su lado más ‘puro’.
El gran éxito, explica Losada, del presidente “ha sido convencer a todos de que es un hombre que no tiene ideología, cuando en realidad sí la tiene. Es una persona conservadora, tiene un modelo de sociedad en la cabeza donde no cabe el Estado del Bienestar tal y como lo conocemos ni una política fiscal con el objetivo de la redistribución”.
No obstante, observa, que “igual que tiene ideología, es también pragmático y una de sus grandes habilidades es que transacciona cuando lo tiene que hacer”.
Según Losada, Rajoy es un superviviente, pero “siempre quiso llegar donde ha llegado y ha orientado su carrera política en esa dirección”. “Es un opositor y la política para él es ir sacando plazas, primero fue diputado, luego ministro, vicepresidente…. y solo le quedaba la de presidente”. Para ello, “ha aplicado lo que hace todo opositor: tenacidad, resistencia, ir al trabajo todos los días”.
A su juicio, su “gran habilidad” es hacerse fuerte en lo que sabe -el conocimiento del partido, dejar todas las opciones abiertas, entenderse con todo el mundo- y “dejar que los demás desarrollen al máximo sus debilidades”. “Rajoy tiene un plan y, de momento, le está saliendo bastante bien, no para nosotros o España. Además tiene la capacidad suficiente para adaptarlo según van evolucionando las circunstancias. Todo lo que ha pasado no es por casualidad, tenía una estrategia y le ha funcionado”, recalca.
En este punto, Losada sostiene que “en absoluto Rajoy es previsible, pero es la imagen que vende”. Este fue uno de sus “ganchos electorales” frente al “recuerdo” de los anteriores presidentes (un “hipermusculado” José María Aznar y la imagen de “talante” de José Luis Rodríguez Zapatero). Esto demuestra que es un “político estratégico y piensa lo que hace”.
Rajoy se hace fuerte en la foto de que es un “presidente normal”. Algo curioso, añade, porque “no hay nadie menos normal que una persona que se subió al coche oficial a los veintitantos años y ya no se ha vuelto a bajar. Una de las claves de su éxito es que todos se dedican a matar a la caricatura y el Mariano Rajoy de verdad hace política”.
“No tiene ningún interés en que lo conozcamos, le ha sido muy útil en su vida política ser desconocido, le ha dado autonomía y poder de sorpresa”, manifiesta.
Losada considera que “en la vida hay que tener suerte, pero la suerte favorece a los saludables. Y Rajoy, desde el punto de vista político, es muy audaz y, sobre todo, se trabaja mucho a los suyos”.
Es muy importante que “lleva treinta años pateándose el partido. Mientras los demás se dedicaban al espectáculo, él hacía el trabajo ingrato de ir a las agrupaciones, se conoce el partido y tiene el control fruto del esfuerzo”.
En el partido es “donde es fuerte, donde se siente bien, donde sabe que maneja los códigos, tiene todos los recursos y las alianzas”. Desde su punto de vista, hay que ser muy inteligente para renunciar a hacer las cosas que no sabes y concentrarte en las que sí.
Hace mucho tiempo, continúa, Rajoy aprendió que para liderar el PP “te elige el partido”. Por eso, siempre está para lo que haga falta en el partido y nunca habla mal de él fuera de la sede, una regla fundamental que la mayor parte de sus rivales internos parece desconocer. Además, se ha demostrado que cuando gobierna lo hace para los populares: “es un maestro en el uso partidista y partidario de las instituciones”.
Este tipo de expresiones “le sirven para marcar distancias respecto a unas élites que pululan por la capital con la que no se siente cómodo ni con las que conecta”. “No es un nacionalista, ni un federalista, ni un regionalista, pero viene de la periferia y ha soportado mucho tiempo ese centralismo que ha caracterizado a la derecha española”, agrega Losada.
Frente a dirigentes como Esperanza Aguirre, el presidente conecta “más con los barones porque él lo fue y su gran inteligencia ha sido que nunca ha renunciado a ello”. Como buen gallego, explica Losada, Rajoy no tiene la necesidad de contar si sube o baja, pero “siempre sabe dónde va y tiene un plan. Después de treinta años en política ha aprendido que es mucho mejor que los demás te infravaloren y que no conozcan realmente cómo eres”.
Losada cuenta que a Rajoy le cuesta entender el espectáculo, ya que es muy opositor y valora más el conocimiento. Huye de la política espectáculo porque “no le sale” y “siempre que lo ha intentado ha sido un fracaso (la niña de Rajoy, el videoblog)”.
“Siempre le sale mal cuando Rajoy intenta no ser Rajoy y va de superstar. Ha renunciado desde hace tiempo al espectáculo y ha aprendido que cuando te sobreexpones acabas siendo un rehén de tu propio personaje y pierdes autonomía para gobernar”, aclara.
El jefe del Ejecutivo maneja sus tiempos y tiene capacidad de aguante, dice el profesor, que comenta que Rajoy entiende que la política es un “proceso largo” como el deporte. “Te hacen una falta, pero el partido sigue”, apostilla.
“Tiene capacidad para soportar la presión fruto de la experiencia y de su personalidad. Le da una enorme ventaja y la experiencia le ha servido para relativizar el ya y ver las cosas en perspectiva. Ha aprendido que la incertidumbre a él le beneficia y a los otros les perjudica”, remata.
Para Losada, esta frase forma parte de esa caricatura que hemos comprado, con la que parece que es un tipo que ha llegado sin querer. Pero Rajoy vive “por y para la política, no hay nada que le importe más”.
Otra cosa es, analiza, que “para hacer política es más fácil que los demás piensen que no te afecta y que te importa más el Tour de Francia que ser ministro, lo que te da ventaja. Si vas a un partido después de pedir un rescate, lo que consigues el lunes es que todos estén hablando del fútbol y de la decisión de ir, es decir, de la anécdota y no del fondo”.
La corrupción para muchos ciudadanos es una cuestión de dignidad y de calidad democrática, pero para Rajoy se trata de un “problema orgánico” al poder acabar “destruyendo el partido”. “Su prioridad no es regenerar la vida pública, sino proteger al partido”, resume.
“El relato que ha construido es para su gente: esto lo hacen todos, no es culpa mía porque ya estaba montado… Hay que reconocer que algún éxito ha tenido porque cada vez que el PP tiene un problema de corrupción, de una manera u otra, acaba siendo un problema del sistema”, reflexiona.
Rajoy será el candidato en 2015 por el PP, advierte Losada, porque “no hay ninguna alternativa encima de la mesa”. “Es probable que al principio de la legislatura se planteara que no podría concurrir a un segundo mandato, pero ahora ve que puede presentar unos indicadores económicos -convenientemente torturados- que pueden hablar de recuperación”.
Además, “dentro del partido no hay ninguna alternativa porque también se ha preocupado, es un maestro en el arte de la triangulación, siempre divide el poder debajo, de forma que es el vértice, partido-Gobierno, Cospedal-Sáenz de Santamaría. Todo empieza y acaba en él”.
La herencia que dejará Rajoy a la política es el ‘marianismo’. ¿En qué consiste? “Gobernar para los tuyos -el uso partidista de las instituciones-, la falta de transparencia y convertir la relación con el ciudadano en propaganda pura y dura”.