Orion ya vuela sola: la cápsula de la NASA por fin despega
Ha sido puntual y, tras mucha expectación, por fin ha arrancado. La cápsula espacial Orion ha partido hoy hacia el espacio en su primer vuelo de prueba no tripulado para probar la nave que ha sido diseñada para llevar al hombre a destinos más lejanos de lo explorado hasta ahora, incluido el planeta Marte. Orion partió finalmente a las 07.05 hora de Florida a bordo de un cohete Delta IV, de la compañía United Launch Alliance (ULA), desde la plataforma 37 del complejo de lanzamiento espacial de la base de Cabo Cañaveral (Florida), un día más tarde de lo previsto por problemas técnicos.
Según lo previsto por la NASA, la nave tenía que haber salido ayer de Cabo Cañaveral a las 7.05 (las 12.05 GMT, una hora más en la España peninsular), que es precisamente la hora a la que finalmente ha despegado este viernes. El jueves, sin embargo, sufrió varios retrasos a causa del viento y de un problema en el cohete Delta IV, en el que ha partido. Finalmente un barco entró en aguas cercanas y el lanzamiento se pospuso para hoy.
La cápsula dará dos vueltas a la Tierra a una distancia de 5.793 kilómetros del planeta, unas 15 veces más lejos que la distancia a la Estación Espacial Internacional (EEI), en un recorrido que durará unas cuatro horas y servirá para analizar sus sistemas y en particular el escudo térmico que la protege. La misión va a servir para analizar las capacidades de la nave en las funciones de entrada, descenso y aterrizaje y en particular del escudo térmico que protege a la cápsula de las altas temperaturas en su reingreso a la Tierra, que superan los 2.200 ºC.
Se trata del primer vehículo estadounidense con capacidad para transportar tripulación al espacio profundo desde la era de las misiones Apolo, con las que llegó el hombre a la Luna hace cuarenta años, por lo que su lanzamiento ha suscitado gran expectación. Además, se produce poco después de dos accidentes de la industria espacial privada, a la que la NASA ha cedido el testigo para realizar las misiones de abastecimiento de la Estación Espacial Internacional (EEI).
En octubre, un cohete Antares de Orbital Sciences explotó poco después de partir con dos toneladas de carga para el complejo espacial y, días más tarde, murieron dos pilotos en un vuelo de prueba de la nave espacial SpaceShipTwo, de la empresa Virgin Galactic.
Con la Orion, la NASA tendrá de nuevo un vehículo propio para enviar al espacio a sus astronautas, ya que, desde que retiró en 2011 su flota de transbordadores, depende de las naves rusas Soyuz para hacer los relevos en la Estación Espacial Internacional.
En la denominada prueba de vuelo de exploración 1 (EFT-1), que se calcula que tendrá un costo de unos 375 millones de dólares, la Orion llegará más lejos que cualquier otro vehículo tripulado hasta ahora y servirá también para medir la radiación a la que podrían estar expuestos los astronautas. Los datos recogidos se tendrán en cuenta para el diseño final del vehículo, con capacidad para transportar a cuatro astronautas al espacio profundo, antes de que se realice el primer vuelo tripulado previsto para 2021.
La Orion amerizará en la costa de Baja California en el océano Pacífico, donde será recuperada por equipos de la NASA y barcos de la Marina estadounidense, antes de ser trasladada de vuelta al Centro Espacial Kennedy, en Florida, para proceder a su análisis. Aunque en esta misión se utilizará el vehículo lanzador Delta IV de la compañía United Launch Alliance (ULA), la NASA está desarrollando su propio Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS), que tiene previsto finalizar para 2017.
En este primer vuelo, Orion lleva algunos objetos simbólicos como un microchip con más de un millón de nombres que ha recogido la NASA en su web; un fósil del dinosaurio Tyrannosaurus rex, del Museo de Ciencia de Denver (Colorado); música, poesía y hasta el patito de goma de Blas, el famoso personaje del programa infantil Barrio Sésamo (Ernie, en la versión en inglés del espacio televisivo).