1.900 interceptores patrullando a 500 kilómetros sobre la Tierra podrían derribar con éxito un número limitado de misiles nucleares rusos recién lanzados, en su "fase de impulso" o los primeros tres minutos de vuelo.
El cohete New Glenn cumplió con éxito este jueves su primera misión de prueba, paso vital para la firma a la hora de entrar en la competición del mercado internacional de satélites.