Teresa Romero ya sabe que su perro Excálibur fue sacrificado
Teresa Romero ha recibido hoy una muy buena noticia y otra bastante mala. La buena: que ya se ha curado del ébola. La mala: que la Comunidad de Madrid sacrificó a su perro Excálibur.
El marido de la auxiliar de enfermería, Javier Limón, que permanece ingresado en observación en la quinta planta del hospital Carlos III, se lo ha contado esta tarde a su mujer por teléfono aprovechando la buena nueva de que el resultado de los últimos análisis han ratificado que ya está libre del virus.
"Los dos se han puesto a llorar, pero parece que lo ha encajado mejor ella que Javier, que se ha desmoronado cuando se lo ha dicho", según la portavoz de la familia, Teresa Mesa.
Según Mesa, que ha señalado que están "muy contentos" por los resultados de las pruebas, los médicos han adelantado a Javier Limón que hasta el lunes o martes de la próxima semana no será dado de alta.
Ante la decisión de la Comunidad de Madrid de sacrificar al perro de la pareja, un american statford adulto, Limón encabezó una campaña en las redes sociales a través de organizaciones de protección de los animales para salvar la vida de su mascota, a la que no se le hicieron pruebas para detectar si se había contagiado de ébola.
A pesar de las protestas virtuales y en la puerta de la casa de Teresa, las autoridades sanitarias no detuvieron el sacrificio de la mascota, decretada mediante una orden judicial del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Madrid.