El Ayuntamiento de Barcelona, a Can Vies: "El tiempo del diálogo se acaba"
El primer teniente de alcalde y responsable de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Joaquim Forn, ha advertido este domingo de que el tiempo para dialogar con los representantes del centro 'okupado' Can Vies "se acaba", y ha subrayado que ante la violencia no hay posibilidad de negociación.
En rueda de prensa, ha pedido que "si hay gente que de verdad quiere negociar, que salga y dé la cara" porque la situación no se puede eternizar.
El teniente de alcalde ha felicitado a los cuerpos de seguridad por la labor que han hecho estos días, "un trabajo importantísimo de contención de manifestaciones" en una situación de extrema dificultad, en su opinión.
Forn, también presidente de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), propietaria del edificio de Can Vies, ha subrayado que el Ayuntamiento lleva "meses de diálogo" e incluso pidió aplazar el desalojo ante la posibilidad de mantener diálogo como muestra de buena voluntad.
Ha lamentado que en los últimos meses, las negociaciones entre el Ayuntamiento y Can Vies se han desarrollado "en condiciones complicadísimas, con una persecución constante a la persona que quería dialogar", en referencia al concejal del distrito de Sants-Montjuïc, Jordi Martí.
"ENORMES ESFUERZOS"
"Hemos hecho enormes esfuerzos, con una situación personal del concejal muy complicada", ha enfatizado Forn, quien ha negado que el Consistorio se haya doblegado ante los violentos, sino que ha hecho todo lo posible para evitar un conflicto mayor.
Forn ha avanzado que el Ejecutivo municipal presentará este lunes al resto de grupos municipales su hoja de ruta para reconducir el conflicto, que no ha querido detallar.
Preguntando sobre si impedirán la reconstrucción de Can Vies por parte de los vecinos, ha afirmado que han hecho "todo lo posible para evitar la entrada en el perímetro".
El primer teniente ha precisado que quienes están accediendo al edificio conocen el peligro que supone, después de los informes de los bomberos y la empresa que lleva a cabo el derribo alertando del riesgo.
"Hay gente que está jugando con la seguridad de las personas, y son conscientes porque tienen los informes. Es una demostración más de cómo se juega con la buena fe de las personas", ha cargado.