Rusia asegura que quiere mantener el contacto con el G-7 a pesar de haber sido excluida
Ha sido excluida del club, pero Rusia quiere seguir manteniendo contactos con el G-7, el grupo de los siete países más ricos.
"La parte rusa sigue dispuesta a los contactos (con el G7) a todos los niveles, incluido el más alto. Estamos interesados en estos contactos", afirmó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Además, dijo que la cooperación entre Moscú y esos países continúa "a nivel de expertos" y agregó que es inoportuno hablar del cese de los preparativos para la cumbre del G8 (G7 y Rusia) en la ciudad rusa de Sochi, que estaba programada para el próximo mes de junio.
"En realidad, no hay nada que suspender, dado que tras la celebración de los Juegos Olímpicos (de Invierno de 2014), Sochi ya estaba preparada para acoger la cumbre. No hubo necesidad de preparativos adicionales", alegó Peskov.
Aseguró que las infraestructuras de Sochi destinadas para acoger la frustrada cumbre serán en cualquier caso útiles para el ocio y turismo.
El portavoz presidencial precisó que Moscú aún no ha sido notificada oficialmente sobre la cancelación de actos oficiales en el marco de la agenda del organismo.
NO ES "UN GRAN PROBLEMA"
El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, consideró ayer que la posibilidad de que Rusia dejara de formar parte del G8 tras la anexión de Crimea no era "un gran problema" para su país e indicó que ese grupo es un "club informal" en el que "no se puede sacar a nadie por defecto".
Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Italia, Alemania, Canadá y Japón, que integran el G7, se reunieron la víspera en La Haya para decidir los siguientes pasos con los que intensificar la presión sobre Moscú por haberse anexionado la república autónoma ucraniana de Crimea.
En la reunión también participaron, en representación de la UE, los presidentes del Consejo y de la Comisión Europea (CE), Herman Van Rompuy y José Manuel Durao Barroso, respectivamente.
A las potencias occidentales les preocupan los movimientos de tropas rusas en la frontera este y sur de la Federación Rusa con Ucrania, y consideran que Moscú tiene que reducir el nivel de la tensión.
Rusia, por su parte, está acelerando la integración política, económica y militar de Crimea, donde ya ondea la bandera de ese país, se utiliza el rublo y se han entregado ya pasaportes rusos, mientras que Ucrania ha anunciado la retirada de sus tropas de esa península.