Rajoy se lleva de Bruselas una tímida e insuficiente respuesta al paro
De no lograr nada a lograr 1.900 millones hay una gran diferencia. A eso se agarra el Gobierno para exhibir el único resultado realmente constatable (y al que se le puede poner fecha y cifra) de la cumbre de jefes de Gobierno de este jueves y viernes.
En conversación con los periodistas tras su comparecencia, Mariano Rajoy destacó la cifra, que será usada para luchar en España contra el paro juvenil entre 2014 y 2015 y recordó que antes no había nada dedicado a tal efecto.
Lo cierto es que la creación de un fondo se remonta a febrero y en total está dotado de 6.000 millones, que se pueden ampliar con fondos estructurales que no se utilicen desde el año que viene, cuando empieza el nuevo ciclo presupuestario de la Unión Europea. La novedad, reclamada por España, es que esos fondos se adelantarán y se usarán ahora que el paro ataca a un 57% de los menores de 25 años.
¿Será suficiente?
La respuesta es simple. No. Tanto el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, como la canciler alemana, Angela Merkel, se encargaron de advertir de el efecto relativamente discreto de la llamada Iniciativa de Empleo Juvenil.
Para Barroso, el acuerdo es "muy bueno" pero "no será una solución" para "todos los problemas" del paro en España.
¿CUÁNTOS PUESTOS DE TRABAJO SE CREARÁN?
Podría pensarse que con casi 2.000 millones de euros podría acabarse no sólo con el problema del paro juvenil, sino con la tasa general, del 27%. Sin embargo, el Gobierno se cuida mucho de hacer una estimación del impacto de la medida o cuántos puestos de trabajo se crearán. Si con 2.000 millones se acabase el drama del paro, como sugirieron indirectamente Barroso o Merkel, la crisis no sería tal.
Detener la destrucción de empleo y dar ocupación a los que no la tienen es complejo y depende de muchos factores. También es intrincado el funcionamiento de los 1.900 millones de euros que recibirá España. No se extenderá un cheque al Gobierno, sino que éste tendrá que hacer una propuesta a la Comisión especificando cómo los va a utilizar, obligación a la que están sometidos los demás países con un paro juvenil superior al 25%.
El funcionamiento del fondo también está por determinar. El Gobierno pidió hace un mes que, además de esta partida, se crease en esta cumbre "un mecanismo que permita excluir, de forma temporal, las bonificaciones a las cotizaciones sociales para la contratación de jóvenes del cómputo del déficit". Esa propuesta hizo aguas en Bruselas y Rajoy aprovechó para refundirla sobre la marcha, asegurando que con esos 1.900 millones se podrán rebajar las cotizaciones de los jóvenes.
No está claro si el dinero podrá utilizarse para eso, o si deberá emplearse en otros asuntos, como la formación, el empleo público o las prácticas. Todo dependerá de cómo se articule el funcionamiento del fondo, que también tendrá que determinar si se usa el mecanismo de cofinanciación (la UE pone dinero, pero a condición de que el Estado de turno lo haga también) y en qué porcentaje.
FINANCIACIÓN DE PYMES: SIN GRANDES AVANCES
En lo referente al paro, la otra gran esperanza de Rajoy era lograr más fondos del Banco Europeo de Inversiones (BEI). De momento, no hay cifra y, cuando no hay cifra, los líderes suelen exhibir que hay un "acuerdo político" que allana el camino hacia el dinero contante y sonante.
El objetivo de Rajoy, compartido por los grupos políticos que en el Congreso suscribieron el pacto previo a la cita, era ampliar la capacidad del BEI a través del endeudamiento, poner en marcha nuevos programas y utilizar también a la Comisión Europea para facilitar el crédito a pequeñas y medianas empresas.
Las conclusiones de la cumbre se limitan a respaldar las actividades del banco público europeo, de la que es vicepresidenta la española Magdalena Álvares, y pedirle que utilice sus fondos actuales para dar crédito. Si hay más fondos y el detalle de su uso se decidirá en los próximos meses.
UNIÓN BANCARIA: PROGRESA LENTAMENTE
En cuanto a la unión bancaria, la cumbre no registró ningún avance real, ya que fueron los ministros de Economía de los 27 los que lo solucionaron tan solo unas horas antes. La nueva legislación sobre los bancos, que Rajoy reconoció que es muy difícil de entender, tiene varias patas. El jueves, los ministros definieron cómo se harán cargo los acreedores de una posible quiebra para evitar el uso masivo de fondos públicos. Con anterioridad se había cerrado la creación de un sistema de supervisión europeo.
Ahora falta una de las partes más complicadas, la creación de un mecanismo único de reestructuración y liquidación de bancos en crisis. La Comisión hará una proposición "en las próximas dos semanas", según Barroso.
La unión bancaria es importante porque, como recuerda a menudo Rajoy, hubiese evitado la inestabilidad del euro originada en Chipre y parte de la española, con un rescate de la banca mucho más directo y quirúrgico.