Aznar carga contra la izquierda, presume de gestión y pone deberes a Rajoy
El expresidente del Gobierno José María Aznar no se ha salido ni un milímetro de la línea que guía su discurso desde hace ya varios años: el Ejecutivo que él lideró es el que trajo prosperidad y bienestar a España, la izquierda derrumbó mazazo a mazazo todo lo bueno que se había construido y el futuro pasa por hacer caso a lo que él determina.
En un discurso de poco más de media hora pronunciado en el Club Siglo XXI, y que se esperaba con enorme expectación después de que cargara en una entrevista en Antena 3 contra las medidas adoptadas por el actual presidente del Gobierno y tras amagar con volverse a presentar si así lo requería el país, Aznar se ha mostrado mucho menos irritado y molesto con el mundo que hace menos de un mes. Aun así, ha reivindicado lo que dijo entonces: “En las últimas semanas he transmitido un mensaje claro sobre una situación grave. Lo he hecho convencido y seguro de que es lo que debo hacer”.
Ante una sala atestada de políticos, empresarios ( o escritores, el Gobierno de Rajoy ha respaldado de forma clara a Aznar. No le ha dejado solo, como ha sucedido en otras ocasiones. Ha sido una representación de altura:la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Industria, José Manuel Soria. Tal y como había prometido en una comparencia el lunes por la mañana, el vicesecretario de Organización y Electoral, Carlos Floriano, también se ha sentado en primera línea para escuchar la intervención de Aznar, bastante más suave y muchísimo más medida que cuando no tiene unos papeles delante.
A Aznar le duele España. Esa es la mala noticia. La buena es que asegura que tiene recetas para su cura. Sus remedios sanadores pasan, por ejemplo, por impulsar un nuevo sistema fiscal porque el actual "no se adapta a la sociedad de hoy" y, sobre todo, por parar los pies a cualquier pulsión soberanista. La unidad de España como elemento inexcusable para no quebrar la democracia: “Debemos dejar claro que no está abierta la discusión sobre la nación española ni sobre su soberanía. Quien rompe los pactos debe asumir que, si se reconstruyen, no será en los términos que dicte la minoría", ha advertido.
De hecho, para fortalecer esa unidad ha abogado por "estabilizar la estructura territorial" del Estado. Y ha puesto deberes a Rajoy: que aproveche su amplísima mayoría absoluta para acometer reformas "de alta intensidad" y cambiar el sistema fiscal para "ponerlo al servicio del empleo y el crecimiento. No podemos resignarnos a ser la sociedad que nuestras administraciones nos imponen". Colocándose la venda antes de la herida, ha recomendado las críticas internas: “Necesitamos una actitud de no estar nadie contra nadie”.
TODOS LOS MALES DE LA IZQUIERDA
Aznar ha realizado un repaso desde los inicios de la España democrática, con una Transición "que no estaba escrita ni era inevitable" y que se fraguó por el trabajo conjunto: "Fue una obra colectiva", ha recordado.
De la Transición a los gobiernos de la izquierda -Aznar no ha mencionado ni una sola vez al PSOE, sino que se ha limitado a confrontar la izquierda con el centro derecha que representa el PP-, sobre todo el que lideró José Luis Rodríguez Zapatero a partir de 2004 y que, desde su punto de vista, es el causante de todos los males que hoy arrastra España. El expresidente del Gobierno no ha ahorrado calificativos: ha hablado de la "insolencia" de sus gobernantes junto a la eterna avaricia de los nacionalismos, que derivaron en "políticas de exclusión que ya creíamos superadas".
Sólo la vuelta al poder del PP a partir de 2011, que le otrogó a Rajoy "una responsabilidad histórica", trajo un poco de esperanza a una España que Aznar ha dibujada alicaída, sin pulso, casi moribunda. "Debemos atender y encauzar la voluntad de cambio que reclama la sociedad española", ha recomendado el presidente de FAES, quien también ha pedido "flexibilizar y estabilizar la economía".
"Somos un país grande y tenemos que ser un país más unido", ha señalado ante un auditorio por un lado expectante y por otro temeroso ante una posible andanada del expresidente. Y un mensaje a los jóvenes: "Las políticas irresponsables que conducen al déficit masivo lastran su futuro". Es decir, el Aznar más ortodoxo en lo económico.
"Hagamos que los españoles vuelvan a ser protagonistas de su mejor historia, "Hagamos que los españoles vuelvan a ser los protagonistas de su mejor historia, que se sientan representados de sus partidos políticos, que se sientan orgullosos del papel de España en el mundo", ha concluido. Y claro, los más de 500 asistentes, se han puesto en pie para ofrecer un cerrado aplauso al que hace menos de un mes les causó, como poco, un terrible desasosiego.