Trump y Macron: duelo de estilismos y peinados por las calles de París
Donald Trump sigue de gira mundial interpretando su papel de presidente de Estados Unidos. Después de Varsovia y Hamburgo, el esposo de la primera dama ha aterrizado en París donde ha sido recibido por su equivalente francés, Emmanuel Macron. Se han hecho muchas conjeturas acerca de los looks escogidos para la ocasión por ambos presidentes, dos hombres de apariencia y trayectoria muy distintas pero con una cosa en común: 24 años de diferencia con sus parejas. Uno 24 años más que ella, y el otro 24 años menos. La elección de sus estilismos, sabiendo que van a ser diseccionados hasta la saciedad, resulta fascinante. Analicemos los looks que ambos mandatarios han elegido para brillar en un día inusitadamente soleado en la capital europea.
Su encuentro levantaba expectación y ambos consortes han optado por trajes de líneas rectas para resaltar ante todo su masculinidad, pero dejando claras las diferencias: mientras Trump ha arriesgado con el color vibrante y pizpireta de su corbata para romper con la imagen de seriedad y rigidez propias de su edad, Macron ha asegurado con un look más sobrio y tradicional que nunca defrauda.
El ex empresario, a sus 71 años, ha sorprendido mostrando un estilo fresco, juvenil y bastante moderno, luciendo su característica melena rubia con una nueva técnica de alisado japonés en la parte baja y cardado de algodón de azúcar con extra de laca en la parte del tupé. El color de su corbata azul celeste acentuaba su cuidado bronceado y la chaqueta abierta dejaba entrever cierto regusto relajado. El siempre perfecto Emmanuel Macron reincidió en el clasicismo con el que últimamente nos tiene acostumbradas, luciendo un dos piezas azul marino de tejido exquisito y corbata estrecha para estilizar su figura y destacar sus delgadas piernas. Su chaqueta, al contrario que la de su homólogo, se mantenía abrochada para transmitir la firmeza y el refinamiento característico de los franceses. Aunque ambos estilos fuesen distintos, los dos presidentes combinaron minuciosamente sus prendas en distintos tonos de azul para hacer una clara referencia a la selección de fútbol francesa Les bleus.
Al encontrarse bajo las históricas columnas de los Inválidos, la primera dama francesa saludó al presidente Trump y le dijo: "¡Estás en muy buena forma guapetón!" mientras miraba de arriba a abajo su vestimenta. Después, se dirigió a la primera dama estadounidense para reiterar la galantería: "¡Qué hermoso le tienes!". Mientras las dos primeras damas ventilaban asuntos de Estado a puerta cerrada en la sede presidencial, Donald y Emmanuel continuaban su gira por París, en una agenda paralela que incluyó varias visitas a monumentos de la ciudad, y un paseo en barco por el Sena durante el que continuaron prodigándose sonrisas.
Ambos mandatarios se cambiaron luego para la cena nocturna en el restaurante de la Torre Eiffel con dos nuevos estilismos que continuaron la conversación. Macron hizo un divertido guiño al peinado de su invitado dejando entrever el extremo de su pañuelo dorado con forma de tupé (nos confirman que se realizaron varias pruebas con diferentes almidonados para conseguir esa curva tan característica del peinado de Trump). Al terminar la velada y ya en la intimidad fuera de cámaras, se intercambiaron los pines de las respectivas banderas nacionales a falta de la camiseta sudada.
La misma premisa ha continuado hace unas horas, cuando ambos han asistido junto a las primeras damas al desfile que conmemora el Día de la Bastilla. Para la ocasión, Macron ha vuelto a recurrir al conjunto de dos piezas que ya es intrínseco a él (y sí, de nuevo en color azul), sencillez con reminiscencias al power dressing más asociado al yuppismo. Sin embargo, Trump ha sido quien ha dado la sorpresa, no tanto por el modelo en sí (otra vez corbata azul en un tono más claro que la del presidente francés) como por el cardado que ha elegido en forma de casco de ciclista, claramente haciendo referencia al famoso Tour de Francia que estos días se celebra en el país.
Una visita que nos ha dejado sin duda numerosas muestras de complicidad entre ambos dirigentes y que hemos podido descifrar a través de sus cuidados estilismos.