Un experto en seguridad alimentaria avisa: la señal que debe hacerte abandonar un restaurante YA

Un experto en seguridad alimentaria avisa: la señal que debe hacerte abandonar un restaurante YA

Si lo ves, sal corriendo.

Una persona, colocando la mesa del restaurante.Getty Images

Entrar a comer en un restaurante es una aventura no exenta de riesgos: si es la primera vez que vas, siempre hay lugar para sorpresas, ya sean agradables o desagradables.

José Manuel Gil y Jon Zubía, profesores del máster en Seguridad Alimentaria, Gestión de la Calidad y Tecnología Industrial del CESIF, han explicado en la Cadena Ser algunos aspectos que indican rápidamente y de un vistazo si ese local es pulcro con la higiene y la limpieza o no.

"Si tú ves un pelo, a un cliente normal le llama la atención, a nosotros nos escandaliza porque eso es innegociable, eso dice muchas cosas de lo que está pasando, te paraliza la comida", han asegurado.

También han explicado que otros indicativos son la limpieza de los camareros y de los cubiertos porque "por la vista entran muchas cosas". 

Pero, según señalan, hay algo que es definitivo para saber si en ese restaurante se puede comer tranquilo o no: los baños del local.

"Estoy de acuerdo con muchos críticos gastronómicos que uno de los aspectos que valoran siempre es el lavabo, que es fundamental. Lo meten al nivel de cómo está la comida, cómo está el café y cómo está el pan. Lo meten como un elemento más. Café, pan, servicio, baños. Y a mí me parece un indicativo muy claro", señalan.

Y esto es así por una razón muy clara: "A mí me sorprendería que un sitio que debe ser pulcro solo tenga sucio el baño de hombres y de mujeres. Me sorprendería mucho, creo que es muy indicativo".

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Rodrigo Carretero es Traffic Editor Manager en 'El HuffPost' y trabaja desde Madrid. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Valladolid y Máster en Periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid, ha trabajado en 'El Día de Valladolid', en 'El País' y en las radios musicales del grupo Prisa. Puedes contactar con él en rodrigo.carretero@elhuffpost.es