Un cable de Canarias deja sin electricidad a tres países de África
El Gobierno ha admitido la relevancia que han ganado este tipo de infraestructuras.
Un buque 'Orange Pierre de Fermat' se encuentra en una misión urgente para reparar una avería que afecta a la red de cables submarinos ACE, esencial para la conexión entre Europa y África.
El sistema ACE, acrónimo de Africa Coast to Europe, se extiende por 17.000 kilómetros y es vital para la conectividad de más de 450 millones de personas en 24 países. Con una capacidad de 100 Gbs, este sistema no solo facilita el intercambio de tráfico de internet en África, sino que también es crucial para actividades como transacciones financieras y comercio digital.
El 'Pierre de Fermat' ha llegado esta semana a Tenerife para cargar combustible y seguir su rumbo a la costa africana. Una vez allí, el objetivo es identificar y arreglar la avería detectada. Según informa Voxpopuli, el desperfecto afecta al único cable que conecta las Islas Canarias con la costa occidental de África, Esto supone que países como Mauritania, Sierra Leona o Gambia, entre otros, estén sufriendo la avería.
La relevancia de estos cables se ha intensificado en el contexto actual de "guerras híbridas", donde la seguridad de la información digital es primordial. Según informa el citado medio, el 99% de la comunicación digital global depende de esta infraestructura. El pasado abril el Gobierno anunciaba que tomaría medidas para proteger los cables submarinos de telecomunicaciones, según ha indicó la directora del Departamento de Seguridad Nacional de la Presidencia del Gobierno, Loreto Gutiérre.
La situación es particularmente crítica para Mauritania, donde la comunicación es esencial para sectores como la pesca y la minería. Además, con elecciones a la vista, la estabilidad de la red es aún más crucial.
La acción del Pierre de Fermat
El buque Pierre de Fermat está diseñado para gestionar la instalación y el mantenimiento de todo tipo de cables submarinos, incluidos los cables de fibra óptica para el sector de las telecomunicaciones o los cables de energía. Es propiedad de France Telecom y opera desde 2014. Está equipado con un robot submarino totalmente equipado, o ROV (Vehículo operado a distancia), que permite al buque realizar todas las operaciones, incluido el reconocimiento o inspección previa del fondo marino y la apertura de zanjas para enterrar el cable.