Sudar sí, esperar no: los gimnasios, en el punto de mira ante un problema que afecta a todo el mundo
El aumento de usuarios en las instalaciones deportivas está suponiendo un problema para dueños y clientes. Un informe de la OCP así lo atestigua.
El lugar que para muchos era considerado como un oasis, un refugio donde desconectar mientras practican ejercicio físico, parece no serlo a día de hoy. Esta sería la principal conclusión que se puede extraer del último Informe Experiencia de Cliente 2023, realizado por la consultoría Optimización Costes y Procesos, (OCP) acerca de la mayoría de gimnasios de nuestro país.
La realidad de los centros deportivos ha experimentado una enorme transformación durante los últimos años: la mayor concienciación del mundo respecto a los hábitos saludables, el interés por mejorar física y mentalmente o simplemente el objetivo de relacionarse a nivel personal, ha supuesto una auténtica metamorfosis en el mundo fitness.
Cada vez más gente acude a los gimnasios y lo hace con mayor frecuencia y consistencia. Esto ha provocado que durante el año pasado, un mayor número de usuarios de instalaciones deportivas hayan mostrado su insatisfacción debido al colapso de muchos de estos centros, lo que ha confirmado una tendencia que se venía sucediendo en los últimos años.
La pandemia, desencadenante
La investigación llevada a cabo por la OCP, tras recabar información sobre 23.054 usuarios de más de 120 gimnasios, informa de un empeoramiento de la calidad de los servicios en los centros deportivos. Falta de material, largas esperas para poder realizar los ejercicios o dificultad incluso a la hora de encontrar sitio en los vestuarios son algunos de los principales problemas a los que se enfrentan los dueños de las instalaciones.
Si hubiera que establecer un puto de inflexión en esta nueva oleada de gente que ha encontrado en el gimnasio un lugar para escapar de la rutina y mejorar físicamente, según muchos expertos se encontraría en 2020.
La pandemia marcó un antes y un después en prácticamente todos los hábitos de nuestras vidas, y no solo a nivel de sociabilidad o relaciones humanas, sino que también propició que muchísimas familias, en la búsqueda por romper la monotonía de los largos días sin salir a la calle, buscaran en la actividad física una vía de escape que, a día de hoy, se ha instalado en muchos como parte fundamental de su vida diaria.
Uno de estos miles de testimonios lo encontramos en Guillermo Cernuda. Un joven de 25 años que, previamente a 2020 no había probado nunca en un gimnasio y con la llegada del Covid decidió cambiar esto. "Justo comencé a hacer deporte de manera regular a las dos semanas de empezar el confinamiento, preocupado por no poder salir a andar o a correr y desde hace un par de años aproximadamente, voy cinco días casi todas las semanas".
Estas palabras representan a un grueso de la población que encontró en los centros deportivos un refugio al que acudir de manera regular tras el desconfinamiento, marcando una tendencia que se sitúa al alza aún a día de hoy.
Prioridades de ejercitarse según el informe de OCP
Entre las principales conclusiones que se extraen del documento aportado por la OCP, hay algunos datos muy esclarecedores que confirman esto: el 95% de las personas acuden al gimnasio entre 2 y 7 días a la semana.
De ese 95% casi la mitad (un 47%) asiste entre 4 y 5 días, mientras que un 42%, actualmente 'solo' lo hace dos veces a la semana. En el otro extremo se encontraría el 6% más fiel, que va diariamente a fortalecerse a su centro fitness.
Entre los motivos fundamentales que empuja a la gente a ir, se encontrarían en los primeros lugares el interés por mejorar la salud y mantenerse en forma (62 y 59%, respectivamente) seguida de otra de las prioridades, muy habitual hoy día: liberar estrés y relajarse, con un 44,5%.
En menor medida, pero no menos importante, estarían aquellas personas que acuden para perder peso, aumentar rendimiento deportivo o encontrar en el gimnasio un lugar donde poder relacionarse y disfrutar del tiempo libre.
Mayor necesidad de maquinaria
Una de las tendencias que destaca el informe se centra en la utilidad de las instalaciones deportivas. Según apuntan, se ha producido un incremento considerable en la utilización de las salas de fitness en perjuicio de las "actividades dirigidas" como spinning, Body combat, Zumba...
En concreto, en los últimos cinco años, la demanda de actividades conjuntas ha disminuido de un 55 a un 26%. En contraposición, la presencia en las salas de ejercicio ha aumentado de un 30 a un 65-70%.
Como consecuencia, varios propietarios de instalaciones deportivas han confirmado este nuevo comportamiento. "En los últimos dos años hemos tenido que incrementar la inversión en maquinaria, mancuernas, barras, discos... porque es lo que la gente más demanda. No puede darse la situación de que haya personas que tengan que esperar más de 10 o incluso 15 minutos para poder disponer de unas mancuernas concretas para realizar según qué ejercicio, como ha pasado en algunas ocasiones", nos confirma David Laguardia, dueño de un gimnasio en la capital madrileña.
El índice de satisfacción disminuye por segundo año consecutivo
Precisamente, este hecho ha provocado que aumente la insatisfacción en muchos usuarios, que se ven obligados a ralentizar o incluso abortar ciertos ejercicios al no disponer de la maquinaria necesaria por la saturación de gente en la sala.
El NPS (indicador que refleja la satisfacción general en los centros deportivos) constata esta teoría. Según este índice, el descontento por parte de los clientes ha aumentado sustancialmente durante el último año.
Andrés Hidalgo, un joven de 26 años, monitor y levantador de powerlifting, que acumula ya casi una década en gimnasios de toda España, confirma este planteamiento. "Yo empecé en 2014 y a raíz de mi actividad deportiva he tenido que probar en centros de Granada, Alicante, Madrid, Barcelona, Salamanca... y según lo que hemos podido hablar entre gente del sector, en los últimos tres años ha aumentado la afluencia de personas alrededor de un 35% en líneas generales", informa Andrés.
"Esto provoca que la gente que necesita grandes espacios para desarrollar los ejercicios o aquellos que requieran de gran cantidad de discos para levantar peso muerto, sentadillas o press de banca, no se encuentre cómoda y despierte cierto malestar con el servicio ofrecido", sentenció Hidalgo.
Durante el inicio de 2023, este indicador se sitúa en 27,7 puntos, uno menos que el segundo trimestre de 2022, de acuerdo con los datos que esboza el Informe. El máximo histórico en esta clasificación se consiguió en 2021, superando los 30 puntos: 33,64, lo que significaba que los socios y clientes de centros deportivos se encontraban muy satisfechos con el trato y los servicios ofrecidos.
Los datos de este año se encuentran todavía lejos del mínimo alcanzado en 2019, con una puntuación de 18,75, en lo que se tradujo como el mayor grado de insatisfacción por parte de los usuarios desde que se realiza el estudio. Para esto se analizan todo tipo de aspectos como el mantenimiento, limpieza, servicios ofrecidos, etc.
- AÑO 2019 18,75 puntos
- AÑO 2020 24,51
- AÑO 2021 33, 64
- 1º TRIM 2022 29,81
- 2º TRIM 2022 28,7
- 2023 27,7
Medidas para paliar la saturación
Como solución, muchos centros han tenido que adoptar medidas que, sobre el papel, pueden suponer un problema añadido pero con las que muchos de sus clientes terminan más satisfechos.
La iniciativa que se está llevando a cabo en gimnasios públicos está siendo la de poder acudir con cita previa. Este proceso, que no requiere más de dos minutos, supone un gran desahogo para sus usuarios. A través de una app en la que pueden comprobar la disponibilidad de horarios y gente que acude al centro, seleccionan la franja horaria en la que desean ir, de modo que se aseguren previamente de que no se van a encontrar con un gimnasio repleto de gente.
Según el Informe de la OCP, el tramo horario entre las 19:00 y las 21:00 es en el que mayor parte de gente acude al gimnasio, por lo que esta idea es perfecta para evitar aglomeraciones y pérdidas de tiempo.