Reino Unido y Europa se enfrentan y convierten la frontera entre España y Gibraltar en una "bomba de relojería"
Las negociaciones llevan produciéndose sin éxito desde 2020.
La UE, España y Reino Unido llevan desde 2020 tratando de llegar a un acuerdo sobre Gibraltar. Este año se han celebrado diversas reuniones para abordar el tema. Una celebrada en septiembre parecía terminar con "nuevos avances" en lo que a la libertad de movimientos y bienes respectaba. Sin embargo, todavía no han logrado ponerse de acuerdo completamente.
El primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, está sometido a una enorme presión por alcanzar este acuerdo fronterizo, que podría ser clave en el reinicio del Brexit. Porque una frontera abierta es vital para la economía tanto de quienes viven en Gibraltar como de los ciudadanos españoles que viven en la vecina Andalucía.
Lucha contra la nueva iniciativa de la UE
Actualmente, 15.000 ciudadanos de la UE registrados pueden trabajar y tienen sus derechos protegidos en Gibraltar. Además, los controles fronterizos son un gran problema para los ciudadanos de Gibraltar, de los cuales el 96% votó a favor de permanecer en la UE. "Nos sacaron de la UE contra nuestra voluntad y no tuvimos voz ni voto en el proceso", critica un funcionario del gobierno de Gibraltar en iNews.
Sin embargo, esta libertad puede verse afectada a partir del 10 de noviembre, cuando entrará en vigor el denominado Sistema de Entradas y Salidas (EES por sus siglas en inglés), una nueva iniciativa de la UE para aumentar los controles que cruzan hacia el Espacio Schengen sin fronteras de la UE.
Se trata de un sistema informático automatizado que permitirá escanear los pasaportes y dar inmediatamente información biométrica de cada ciudadano, controlando de forma electrónica los nombres, fechas y puntos de entrada y salida de cada movimiento.
El diario Express asegura que el ministro británico está siendo presionado para evitar que esto suceda y, no lograrlo, podría dañar su reputación. El Reino Unido y la UE coinciden en que debe respetarse la integridad soberana de España y Gibraltar y que la frontera entre ambos tiene que permanecer abierta. También comparten la idea de que la solución es que Gibraltar se adhiera al espacio Schengen.
El problema es que Londres quiere que esos controles los realice Frontex, la agencia fronteriza de la UE, mientras que España insiste en que sus guardias fronterizos deberían ser los responsables de vigilar la inmigración.