La urbanización preferida de Putin en España se asoma al abismo

El Ayuntamiento de Altea emitió hizo público hace unos días un bando de urgencia en respuesta a la prolongada sequía que afecta la región, donde impone restricciones drásticas al uso del agua en algunas de las zonas más exclusivas del municipio. Esta medida impacta directamente a urbanizaciones de alto nivel, como la de La Malla (Altea Hills), conocida por ser uno de los destinos preferidos por los turistas de mayor poder adquisitivo y otras figuras reconocidas, como el presidente ruso, Vladimir Putin.

Las nuevas regulaciones prohíben, entre otra cuestiones, el llenado de piscinas, el riego de jardines y el uso del agua para la limpieza de vías públicas y privadas en estas urbanizaciones. Aurora Serrat, concejala de Infraestructuras y Ciclo Hídrico del Ayuntamiento de Altea, justifica la medida por la necesidad de preservar los niveles de agua en los pozos de la Sierra ante el aumento del consumo estival y la falta de lluvias. 

La decisión municipal ha generado diversas reacciones entre los residentes y propietarios de las lujosas residencias. Algunos reconocen la gravedad de la situación y aceptan que estas medidas son necesarias. Mientras, como recoge El Debate, otros se preguntan si "acabar con el mantenimiento de los jardines y tener que repoblar la vegetación tras la temporada estival es la política más ecologista y razonable".

Con la temporada turística en pleno apogeo, las autoridades están atentas a la evolución de la situación climática y esepran que futuras precipitaciones ayuden a alivair la presión sobre el suministro de agua, algo que permitiría revisar las restricciones impuestas. En Altea Hills y otras urbanizaciones de alto nivel, sin embargo, los residentes se preparan para un verano marcado por los cortes de agua y la incertidumbre sobre el futuro de sus lujosas propiedades frente a la escasez de recursos naturales.