La psicología revela la causa que explica por qué algunos dan mucho y otros tan poco

Los romanos tenían un lema para definir las relaciones humanas: "Doy para que tú me des". Esto se aplica en todos los vínculos emocionales, desde la amistad a la familia. Pero también en la ayuda que se brinda a personas que se encuentran a cientos de kilómetros. 

El psicólogo e investigador Thomas Ebenfeld afirma que se puede comparar estas buenas acciones con el comportamiento humano en la edad media. En declaraciones al medio alemán Tagesspiegel, dice que los donantes actúan por "un motivo similar": "me siento bien al donar. A cambio, puedo seguir consumiendo como quiera en la vida cotidiana". 

"El donante, sea religioso o no, ayuda para limpiarse del 'pecado'", lamenta el experto, que describe la situación con "cambiar dinero por una conciencia tranquila". Aunque también confiesa que hay otros motivos por los que la gente ayuda como "la empatía, el sentido común, la justicia, la responsabilidad, la indignación política", entre otros.

Ebenfeld, también ve "una aceptación del don", "que no se preocupan principalmente por su propia conciencia, sino por la del resto". "El donante siempre recibe algo, ya sea reconocimiento y aprecio de los demás o simplemente un sentimiento de autoeficacia: mi donación cambiará algo en el mundo".

Larissa Probst, directora general de la Asociación Alemana de Recaudación de Fondos (DFRB), afirma que ve "una mezcla de motivos" entre los donantes. "En algunas personas predomina la alegría de haber ayudado a otros; para otros la necesidad de reconocimiento o pertenencia a una comunidad de donantes".

Además, la experta ha observado que en la mayoría de veces "la emoción vence a la razón". "Una fotografía de un paciente con ébola generará más donaciones que estadísticas sobre enfermedades en África occidental".

De acuerdo a los datos difundidos por esta entidad de Alemania, el "monitor de donaciones" afirma que "las personas con más afiliaciones religiosas donan más dinero y tiempo que las personas no religiosas". Así, el 56% de los cristianos, y el 55% de los musulmanes donan dinero.

La publicación afirma que el bienestar de los niños, la protección de los animales y los desastres naturales, son las principales causas por las que los alemanes donan. Cada una de estas se representa en el 25% del total. "El resto se distribuye entre la asistencia a discapacitados y enfermos y la conservación del medio ambiente, y por último, aunque sólo una pequeña porción, a la conservación de la cultura y la protección de monumentos".