La Policía detiene al lotero que denunció un atraco y robo de 400.000 euros la Navidad pasada
El pasado 4 de enero de 2024, el lotero Guillermo Rodríguez denunció que dos encapuchados le robaron 400.000 euros.
La Policía Nacional arrestó el martes 11 de junio de 2024 por la tarde al lotero que denunció el 4 de enero de este mismo año un robo a mano armada en su establecimiento de Lamas de Prado, en Lugo. Guillermo Rodríguez contactó con las autoridades para informar que dos individuos encapuchados se habían llevado aproximadamente 400.000 euros.
Aunque la jueza del caso decidió cerrar la investigación por falta de pruebas de delito por parte del lotero, la Policía Nacional continuó con las averiguaciones y detuvo a Guillermo Rodríguez el martes, acusándolo de haber orquestado el atraco junto a una pareja de origen extranjero, un hombre y una mujer, quienes también fueron arrestados recientemente.
Fuentes policiales informaron a EFE que la detención de estos dos individuos se produjo en Madrid, lo que facilitó la rápida captura de Rodríguez, considerado por los investigadores como el principal cerebro del robo.
Indicios y sospechas policiales
Desde el principio, varios indicios, incluido el comportamiento del lotero, hicieron que la Policía Nacional dudara de su relato sobre el supuesto atraco a la administración de loterías, sucedido dos días antes del Sorteo Extraordinario de El Niño.
A principios de abril, la jueza del Juzgado de Instrucción número 2 de Lugo había ordenado el sobreseimiento provisional y archivo del caso relacionado con el atraco, al no encontrar pruebas de delito por parte del dueño del negocio.
En su resolución, la jueza instructora declaró que no había “motivos suficientes para imputar a determinadas personas como autoras, cómplices o encubridoras” del atraco, rechazando así las medidas solicitadas por la Policía Judicial, como pedir a las compañías telefónicas la geolocalización de móviles o a entidades bancarias información sobre ciertas cuentas.
La jueza explicó que la hipótesis de la investigación policial, que sugería la participación del denunciante en los hechos, se basaba en sospechas sin “ningún indicio racional de criminalidad” relacionado con el lotero.
Asimismo, señaló una “posible vulneración del derecho de defensa” del lotero en las dependencias policiales antes de la judicialización del caso, ya que se le tomó declaración repetidamente como denunciante, incluso cuando ya había sospechas en su contra, obligándolo a decir la verdad.
La magistrada concluyó que la hipótesis se basaba únicamente en sospechas, no en indicios, y que con las pruebas presentadas no se podía “establecer ningún nexo mínimamente fundado con el atraco investigado”.
