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Golpe mortal a los súper contenedores: unos pequeños buques les quitan el trono en el comercio mundial

Golpe mortal a los súper contenedores: unos pequeños buques les quitan el trono en el comercio mundial

Los buques ultra grandes solo son rentables si operan a plena capacidad

Imagen de archivo de un buque chino cargado en mitad del marGetty Images

Las navieras están modificando sus estrategias y alejándose de los grandes portacontenedores en favor de buques más pequeños y versátiles. Este cambio responde a una diversificación de rutas comerciales y a la necesidad de adaptarse a un entorno económico y geopolítico en constante evolución. Para 2025, se espera la entrega de solo seis buques con capacidad superior a 17.000 TEUs, frente a los 17 entregados en 2020. En cambio, está prevista la finalización de 83 buques de tamaño medio, con capacidades entre 12.000 y 16.999 TEUs, casi cinco veces más que hace cinco años.

Entre las razones que explican este giro se encuentra la desaceleración del comercio global, que ha reducido la necesidad de transportar grandes volúmenes en cada viaje. Además, la producción está desplazándose de China a otros países asiáticos como India y Vietnam, lo que requiere rutas más flexibles y embarcaciones de menor tamaño. También pesan las regulaciones medioambientales, que generan incertidumbre sobre las futuras normativas relacionadas con las emisiones y los combustibles, incentivando a las navieras a optar por opciones más eficientes. A esto se suma la inestabilidad geopolítica, como los recientes ataques en el Mar Rojo, que han puesto en evidencia la necesidad de buques más ágiles que puedan adaptarse rápidamente a rutas alternativas.

Según los analistas, los buques ultra grandes solo son rentables si operan a plena capacidad, algo cada vez más complicado debido a la fragmentación de las cadenas de suministro y la diversificación de los mercados de producción. Los buques más pequeños, en cambio, ofrecen mayor flexibilidad operativa, al poder acceder a un mayor número de puertos y ajustarse mejor a las fluctuaciones de la demanda.

El sector naviero está, por tanto, adaptándose a un panorama comercial más complejo y dinámico. La eficiencia y la capacidad de respuesta a los cambios se han convertido en las principales prioridades para mantener la competitividad en un mercado global en transformación.