Gales alucina con el dueño de un bar de Barcelona por la "especie invasora" del brunch
El propietario del establecimiento destaca la necesidad de defender el esmorzar de forquilla, el desayuno tradicional catalán.
El medio de comunicación galés Nation.Cymru ha publicado un reportaje en el que se ha hecho eco del contraste existente entre los residentes de Barcelona y los turistas desde la perspectiva del desayuno.
El desayuno tradicional de Cataluña recibe el nombre de esmorzar de forquilla. Su traducción literal es “desayuno con tenedor”, ya que se trata de una comida robusta que tiene el objetivo de aportar la energía suficiente para que los trabajadores puedan afrontar con garantías la jornada laboral. El esmorzar de forquilla suele estar compuesto por platos regionales, como la butifarra.
En declaraciones al mencionado medio galés, Sisco Vilaró, propietario del bar Can Vilaró de Barcelona, ha asegurado que “llevamos aquí 57 años y siempre hemos vivido del esmorzar de forquilla”.
En ese sentido, el dueño del Can Vilaró ha explicado que “una persona que trabaja en el mercado tiene que levantarse muy temprano por la mañana y no puede simplemente comer un sándwich, necesita un desayuno adecuado”.
La contraposición de ese modelo se encuentra a la vuelta de la esquina, personificada en el en el establecimiento Bubbles and Brunch. “Inaugurado el año pasado para satisfacer el creciente apetito por las tortitas, las tostadas de aguacate y los huevos Benedict, el restaurante ha recibido críticas positivas de los influencers gastronómicos en TikTok”, se explica en el reportaje.
En cuanto a la clientela, el propietario de Bubbles and Brunch (originario de Londres) ha detallado que se trata de una mezcla de “estadounidenses, turistas y locales que viven aquí”.
“Hacemos desayuno inglés. Hacemos desayuno turco. Hacemos desayuno ucraniano. Hacemos una selección de sándwiches. Es un brunch, a la gente le gusta”, ha asegurado el dueño del establecimiento.
Respecto a esta dualidad a la hora de desayunar en Barcelona, Albert Molins, periodista de La Vanguardia que ha lanzado una campaña para promover el desayuno tradicional catalán, ha destacado que “llevamos muchos años preocupándonos por la pérdida de nuestra identidad cultural catalana”.
Según Molins, “el culpable fácil aquí es el brunch, porque es como una especie invasora, se podría decir”. No obstante, el propio periodista ha reconocido que “es cierto que, en una ciudad como Barcelona, hay espacio para todo”.