España prepara un plan ante la posible detección de polio en aguas residuales
Sanidad busca tener diferentes niveles de alerta si se detecta el virus, como ha ocurrido en otros países. La posibilidad de transmisión sería muy baja por la alta cobertura vacunal.
España está preparando un protocolo de actuación con diferentes niveles de alerta en el caso de que se detectara el virus de la polio en aguas residuales como ha ocurrido en otros países del entorno, aunque si eso ocurriera la posibilidad de transmisión sería muy baja por la alta cobertura vacunal.
El Ministerio de Sanidad está trabajando en este documento, del que se informará ayer en la reunión ordinaria de la Comisión de Salud Pública y al que ha tenido acceso EFE, por el "riesgo real" de importación de poliovirus, tanto en nuestro país como en el resto del mundo.
Después de que Jerusalén, Nueva York y Londres aislaran el año pasado el virus en sus aguas residuales, Sanidad consideró la necesidad de realizar un estudio piloto en el marco de la Estrategia Nacional HEBAR (Herramienta Epidemiológica basada en las Aguas Residuales) para conocer la situación en España.
Realizado en el último trimestre de 2022 en trece estaciones depuradoras de doce localidades (Jerez de la Frontera, Huelva, Zaragoza, Tenerife Sur, Las Palmas de Gran Canaria, Barcelona, Lleida, Logroño, Madrid, Melilla, Vitoria y Bilbao), el estudio tiene como objetivo determinar la presencia o no del virus y, en caso afirmativo, conocer su evolución durante al menos 4 semanas.
Según los hallazgos, el protocolo establece un nivel de prealerta y tres de alerta, a cada uno de los cuales vincula una serie de acciones de salud pública.
El último caso en España de poliomielitis por poliovirus salvaje autóctono se dio en 1988 y tanto nuestro país como la Región Europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) tienen la certificación de Región libre de esta enfermedad desde 2002, año desde el que ha preparado varios planes para mantener esta situación.
Durante los últimos 30 años, solo se han detectado cuatro casos de poliomielitis -en 1999, 2001, 2005 y 2021- y en 2019 se identificó poliovirus en una persona sin clínica. Todos ellos estuvieron relacionados con cepas vacunales del virus y en ningún caso resultaron en transmisión a la población.
La alta inmunidad en la población española, con coberturas superiores al 95 %, así como las buenas condiciones higiénico-sanitarias y la calidad de los sistemas de vigilancia, asegura el protocolo, "hacen que el riesgo de transmisión en nuestro país tras una reintroducción del virus se considere muy bajo".
Actualmente, la poliomielitis sigue siendo endémica en Pakistán y Afganistán y han aparecido brotes tanto del virus salvaje (PVS) como de los derivados de la vacuna (PVDV) en países no endémicos.
Más concretamente en Malawi y Mozambique, donde se identificaron los primeros casos de PVS a finales de 2021 y principios de 2022, a los que se suman brotes de PVDV en varios países, especialmente en África y Asia.
Después, a lo largo de 2022, Reino Unido, Estados Unidos e Israel han detectado circulación de PVDV circulante (PVDVc) en aguas residuales, y se han identificado también 2 casos clínicos de poliomielitis paralítica (uno en Israel y otro en EEUU).
La mayoría de casos de PVDV -que provienen de alguna de las tres cepas incluidas en la vacuna oral atenuada frente a la poliomielitis- están asociados al tipo 2, y son los brotes epidémicos de este tipo los que están suscitando preocupación a nivel mundial.
De ahí que uno de los objetivos del Plan Estratégico de la OMS es el de eliminar este componente de la vacuna, para así erradicar los riesgos de poliomielitis paralítica, las infecciones crónicas por PVDV en personas inmunodeprimidas y los brotes de PVDVc.
Pero mientras no se erradique la poliomielitis en el mundo y se sigan utilizado vacunas, "existe riesgo real de importación en todos los países", concluye el documento.
Al margen de este protocolo, durante la reunión, el Ministerio también informará sobre la marcha del real decreto de Vigilancia de Salud Pública y la ley que ha creado la Agencia Estatal de Salud Pública, así como de la guía de Protocolización de la vigilancia sanitaria específica de las personas con riesgo de exposición laboral a productos químicos.
Sin olvidarse de repasar la evolución epidemiológica de la covid-19, de la situación en China y las medidas recomendadas por la UE, además del plan de vacunación -inmerso en la campaña de la cuarta dosis- y su impulso por parte de las comunidades.