Se quedan 42 pasajeros atrapados en el control de seguridad y el avión despega sin ellos: la aerolínea lanza una promesa
La aerolínea se lava las manos, y el aeropuerto pide disculpas.
42 personas se quedaron en tierra después de quedar atrapadas durante horas en la cola del control de seguridad. El aeropuerto de Katowice (Polonia) ha pedido disculpas por la situación y anuncia que sacará "conclusiones para el futuro". La aerolínea, por su parte, asume que "el procedimiento habitual es cerrar las puertas de embarque a tiempo".
Según publica el medio polaco TVN24, "el avión de Ryanair procedente del aeropuerto de Katowice-Pyrzowice, no esperó a un grupo de 42 pasajeros que hacían cola para el control de seguridad". "Se suponía que iba a volar a Dortmund a las 05.45 a.m. con Ryanair desde el aeropuerto de Pyrzowice. Había una congestión enorme para el control de seguridad, había 11 vuelos por hora, por lo que unas dos mil personas esperaban para pasar el control", relata una de las pasajeras que no llegó a tiempo al avión.
"En un principio, sólo había una cinta abierta. Estaba tan abarrotada que incluso cuando llamaron a los pasajeros que volaban a Dortmund para que pasaran primero, fue imposible. Finalmente, cuando salimos del control de seguridad, aunque era antes de la hora de salida, la puerta de embarque ya estaba cerrada", lamenta.
La mujer critica que "nadie del personal de seguridad ni de Ryanair quiso hablar con nosotros. Nos informaron que podíamos presentar una queja en el sitio web del aeropuerto, lo que, por supuesto, es una situación extraña". "Nos quedamos solos con nuestro problema. Nadie nos ofreció ayuda, y no fue nuestra culpa que no voláramos".
Fuentes del aeropuerto responden al canal de televisión polaco que están "en proceso de explicar en detalle qué elemento falló y qué causó una caída significativa en la capacidad de los controles de seguridad durante la ola matutina de salidas". Además, se han disculpado "sinceramente" por la situación, y afirman que "sacarán conclusiones para el futuro".
Por su parte, Ryanair se lava las manos. Uno de sus portavoces en el país confirma que "en situaciones normales, el protocolo consta en cerrar nuestras puertas de embarque a tiempo para que podamos garantizar una salida puntual, y es responsabilidad de cada pasajero asegurarse de que lleguen a la puerta antes de que se cierre. Si estos pasajeros se hubieran presentado en la puerta de embarque antes de que cerrara, habrían abordado este vuelo junto con los otros 136 pasajeros que se presentaron a tiempo".