El millonario rodeado por 20 médicos que aspira cumplir 200 años gracias a 100 pastillas
A sus 45 años, se gasta unos dos millones de dólares al año para intentar acercarse a su objetivo.
Bryan Johnson es desarrollador de software y el fundador de la empresa 'Braintree' y se ha propuesto un reto poco conocido y que parece más sacado de un cuento de Disney que de la realidad.
El empresario estadounidense vive rodeado de unos 20 médicos con los que trabaja para intentar conseguir que a sus 45 años puedan revujenecer su aspecto.
Tal y como ha explicado él en sus propias redes sociales, gasta unos dos millones de dólares anuales en acercarse a su objetivo y uno de sus últimos experimentos ha sido el de usar a su hijo de 17 años para transferirse sangre de él.
El objetivo es el de usar el plasma del joven para intentar que su cuerpo envejezca más tarde. Extrae de su hijo un litro de sangre y con una máquina, divide la extracción es plasma, glóbulos rojos, blancos y plaquetas. Algo que ya ha sido advertido por profesionales que no cuenta con beneficios demostrados.
Quiere cumplir los 200 años
Además de este nuevo proceso, Johnson tiene un plan "antiedad" con el que intenta vivir más de 200 años, monitoreando de forma permanente su cuerpo y tomando numerosas pastillas.
Los más de 20 médicos que trabajan para él estudian al milímetro cada parte de su cuerpo para intentar que la "edad biológica" del empresario no siga en aumento.
En una reciente entrevista en TIME, Johnson explicó que el experimento ha demostrado que "un sistema competente es mejor para controlarme que un ser humano". "Se trata de un avance que, está replanteando lo que significa ser humano", justificó.
Una rutina 'especial'
El empresario vive en una casa de Venice, en California. Duerme ocho horas al día y el despertador siempre suena a las 5 de la mañana. Nada más despertarse se pesa con una balanza que usa "impedancia eléctrica".
Para establecer su ritmo cardiaco, enciende una lámpara de fototerapia, que imita la exposición al sol y disfruta de ella durante dos o tres minutos.
A las cremas contra las arrugas y un láser especial con una máscara luminosa, Johnson se toma unas 111 pastillas diarias. Por si fuera poco, el empresario también controla cómo se comporta su cuerpo y cuenta con un dispositivo en su pene para medir sus erecciones nocturnas. "Son un marcador biológico de edad para su función sexual y cardiovascular", reconoció al citado medio.
El arriesgado planteamiento ya ha copado titulares en muchos medios internacionales y algunos profesionales avisan de que no hay estudios verídicos que demuestren que los pasos que reproduce diariamente, como si fuera el inicio de la película Barbie, consigan tales efectos.