Dominique Pélicot, en su última declaración antes de la sentencia: “Quisiera reconocer la valentía de mi exmujer”
La fiscalía francesa pide para el violador confeso 20 años de prisión. En total, las penas solicitadas para los 51 acusados se elevan a 650 años de reclutamiento.
Gisèle Pélicot está a punto de alcanzar justicia. El tribunal del macroproceso que juzga a 51 hombres por la sumisión química y violación de la mujer francesa de 72 años ha iniciado sus deliberaciones después de tres meses y medio de un juicio que ha dado la vuelta al mundo. La lectura del veredicto llegará el jueves, a partir de las 09.30 de la mañana, de una sentencia que se prevé histórica, por la cantidad de acusados y por los hechos que se juzgan.
La fiscalía francesa pide para el principal acusado, Dominique Pelicot, la pena máxima de 20 años de prisión. La condena más baja requerida por la Fiscalía es de 4 años, para Joseph C., un hombre de 69 años acusado de agresión sexual, al no constatar el Ministerio Público penetración en los abusos cometidos.
Este lunes, los 51 acusados han tenido la oportunidad de dar sus últimas declaraciones al presidente del Tribunal de Aviñón, Roger Arata.
En total, 650 años de prisión
El conjunto de penas solicitadas para todos los acusados, con edades que van de los 27 a los 74 años, se elevan a 650 años de reclusión. La sesión de este lunes duró menos de dos horas, cuando habitualmente suele ser de ocho, ya que la mayoría de acusados no quiso ejercer su derecho a hablar antes de la deliberación.
Buena parte de ellos se limitaron a agradecer al tribunal y a sus abogados su desempeño, aunque otros también quisieron excusarse una vez más ante la víctima por el daño causado y que le puso en peligro de muerte.
Por su parte, el exmarido de la víctima ha aprovechado su último turno para asumir su responsabilidad y para extenderla también a los demás acusados. "Todos los que están aquí, a pesar de la presunción de inocencia, son culpables, como yo".
El violador confeso pidió perdón una vez más a la víctima, con la que estuvo casado durante medio siglo, así como a su familia. "La privación de no ver a los míos es peor que la privación de libertad", reconoció.
Después le tocó el turno a Jean-Pierre Maréchal, el único juzgado que no violó a Gisèle Pelicot, sino a su propia mujer, que también fue agredida sexualmente por Dominique Pelicot en varias ocasiones. "Júzguenme por lo que he hecho y por lo que soy", pidió Marechal, tras asumir su culpa.
Hubo acusados que trataron de eludir su culpa. "No soy un violador", dijo uno de ellos, a pesar de las fotos y vídeos que hizo Dominique Pélicot mientras cometían los delitos, prueba clave del juicio.
Al terminar la sesión, la abogada de Pelicot, Béatrice Zavarro, declaró a la prensa que su cliente "ha evolucionado a nivel humano" a lo largo del proceso, en el que ha querido pedir perdón a su exmujer. Las decenas de violaciones se produjeron en la casa que la expareja tenía en Mazan, al sureste de Francia, después de que Pelicot dejara a la víctima en estado de inconsciencia con altas cantidades de ansiolíticos que le suministró a escondidas entre 2011 y 2020.
En ese estado, la violaba reiteradamente y decenas de hombres hacían lo mismo, tras ser contactados por él en foros de internet. Todo terminó cuando en septiembre de 2020 fue detenido por grabar bajo las faldas de unas mujeres en un supermercado de Carpentras. Al registrar los investigadores sus archivos informáticos, descubrieron miles de vídeos y fotos con las violaciones a las que sometió a su ahora exmujer.
Dominique Pelicot ha sido acusado también en otros dos casos de violencia de género, uno por la violación y el asesinato de una mujer en 1991 y el otro por una tentativa de violación en 1999.