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Descubren que los gusanos llevan meses saliendo del interruptor de la luz y se ven obligados a forzar la puerta para toparse con el horror

Descubren que los gusanos llevan meses saliendo del interruptor de la luz y se ven obligados a forzar la puerta para toparse con el horror

"Estoy en shock".

Imagen de archivo de gusanos.Getty Images/iStockphoto

Dura noticia llegada desde Francia que retrata, una vez más, el problema de la soledad no deseada que afecta a la sociedad actual, cada vez con más fuerza en los entornos urbanos. Todo comenzó con la aparición de insectos en una vivienda, que acabó siendo el preludio de una tragedia.

Así lo recoge el medio galo La Dépêche en una información en la que recoge lo ocurrido en la ciudad de Niza. Una serie de acontecimientos que comenzaron en casa de Jocelyne. Durante tres meses vio cómo lo que eran apariciones de gusanos desde un enchufe iban a más. En su dormitorio

No era una plaga de su piso, el problema estaba al otro lado de la pared. "Nos dijeron que probablemente había un cadáver en algún lugar", explicó la afectada, apuntando a la posibilidad de un animal, quizás atrapado en algún recoveco. 

El horror, al otro lado de la pared

Más tarde se reveló lo que realmente había ocurrido, mucho tiempo atrás, dos meses antes de que Jocelyne empezara a ver los primeros gusanos saliendo del enchufe, al lado de su cama. Su vecino, un señor mayor, llevaba muerto 5 meses desde que los bomberos irrumpieron en la vivienda. La ausencia del mal olor había evitado que su vecina se enterase.

"Su cuerpo lleva cinco meses descomponiéndose. Estoy en shock"

"Su cuerpo lleva cinco meses descomponiéndose. Estoy en shock", aseguró Jocelyne a la prensa. No obstante, el hecho de que nadie le hubiera echado en falta hasta que su hija, 5 meses más tarde de no haber tenido contacto con su padre, diese el aviso a emergencias

"Es una locura que nadie estuviera preocupado"

"Es una locura que nadie estuviera preocupado", opinó un empleado del fideicomiso. Aunque pagaba el alquiler por domiciliación bancaria, el fallecido tenía sus rutinas diarias de poner la música alta o salir al balcón cada día.