Pese al acuerdo nuclear, la relación de Estados Unidos con Irán sigue en el aire
Los líderes se anotaron importantes victorias con la implementación del acuerdo nuclear. Irán está preparado para volver a unirse a la economía global. Sin embargo, la crisis nuclear ha costado a Irán sufrimiento y dinero. Incluso el ayatolá Jameneí hizo hincapié en el "elevado precio" que se ha pagado.
La implementación del acuerdo nuclear de Irán fue un logro histórico. Irán por fin se ha librado de las sanciones, algo que esperaba desde hacía mucho tiempo, tras haber cumplido con las obligaciones que le dicta el acuerdo, según se verificó la semana pasada en un informe publicado por la Agencia Internacional de Energía Atómica. Sin embargo, sigue sin quedar claro si ya ha quedado despejado el camino para que tengan lugar un mayor desarrollo económico y una mejora de las relaciones internacionales de Irán, dos de los objetivos de la administración centrista del presidente iraní, Hassan Rouhani.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jameneí, y el presidente Rouhani se anotaron importantes victorias a nivel nacional con la implementación del acuerdo nuclear. Irán está preparado para volver a unirse a la economía global. Su debilitada economía se verá impulsada a medida que los bancos iraníes vuelvan a conectar con el sistema internacional de transacciones financieras SWIFT, se reactivarán los intercambios internacionales de activos y el comercio internacional, aumentará la financiación y la inversión y se dispararán las exportaciones de petróleo. En el ámbito político, Rouhani también puede llevarse el mérito por mejorar las relaciones de Irán con el extranjero, ya que Gran Bretaña ha reabierto su embajada en Teherán y Canadá también está preparada para hacer lo mismo. Rouhani visitará Francia e Italia la próxima semana.
Sin embargo, la crisis nuclear supone un gran coste para Irán. Incluso el ayatolá Jameneí ha hecho hincapié -en una carta en la que agradecía al presidente Rouhani y a los negociadores del acuerdo nuclear de Irán que hubieran conseguido que se retiraran las sanciones- en que "se ha pagado un precio muy alto". De hecho, llegar a un acuerdo le ha costado a Irán sufrimiento y dinero. Muchos científicos iraníes han sido brutalmente asesinados en las calles de Teherán y el sabotaje -en forma de guerra cibernética- y unas misteriosas explosiones han asediado las instalaciones nucleares de Irán a escalas nunca vistas.
En el ámbito económico, las condiciones de deterioro en las que está sumido Irán, debidas en parte a las sanciones, habían propiciado desde 2009 un gran aumento en el número de iraníes que abandonaban el país. "Cada año, alrededor de 150.000 personas cualificadas emigran de Irán, lo que supone una pérdida de unos 140.000 millones de euros para la economía", afirmaba Reza Faraji, el ministro iraní de Ciencia, Investigación y Tecnología. Según el Banco Mundial, desde 2009, la fuga de cerebros le ha costado a Irán unos 45.000 millones de euros al año, unos 275.000 millones de euros en los últimos seis años. En total, la ONU aprobó seis resoluciones durante la era de Ahmadinejad que impusieron uno de los regímenes sancionadores más estrictos de la historia de Irán. De acuerdo con una estimación publicada en un medio iraní, el coste directo de las sanciones nucleares durante la presidencia de Ahmadinejad fue de unos 140 millones de euros al día, lo que equivale a casi 50.000 millones de euros al año.
La exitosa implementación del acuerdo nuclear no solo ayuda a reparar las grietas de la economía de Irán, sino que también lleva a la cooperación entre Irán y Estados Unidos a un nuevo nivel. El intercambio de prisioneros la víspera del día de la implementación del acuerdo marcó las primeras negociaciones serias y exitosas entre la seguridad y los cánones diplomáticos de cada país. La rápida puesta en libertad, que tuvo lugar la semana pasada, de 10 marineros estadounidenses que se adentraron en aguas iraníes también se debió, según el secretario de Estado de EE. UU., John Kerry, al "papel crítico de la diplomacia". En otras palabras, no habría sido posible sin los canales de comunicación directa que se crearon para las negociaciones nucleares.
El periodista estadounidense Jason Rezaian, que estaba encarcelado en Irán y ha sido puesto en libertad recientemente, posa para los medios alemanes.(AP Photo/Michael Probst)
Además, en estos últimos días, Irán y Estados Unidos han resuelto la batalla legal que llevaba décadas en pie por el dinero que se le debía a Irán por las adquisiciones militares previas a la revolución. A Irán se le devolverán los 370 millones de euros que había destinado a un fondo fiduciario para este tipo de adquisiciones y unos 1200 millones de euros por los intereses; cerrando por fin la larga disputa que estos dos países han mantenido durante décadas.
Las noticias de la semana pasada parecen indicar que las relaciones entre Estados Unidos e Irán seguirán desarrollándose en la buena dirección. Desafortunadamente, todavía hay muchos obstáculos en el camino hacia una mejor relación y el riesgo de que aumente la hostilidad sigue siendo tan real como siempre. Justo después de que se implementara el acuerdo nuclear, Estados Unidos impuso nuevas sanciones sobre empresas y particulares iraníes después de que se realizara un test de misiles balísticos. Greg Abbott, el gobernador de Texas (Estados Unidos), anunció que su estado seguirá prohibiendo invertir en Irán a pesar de que Estados Unidos haya levantado algunas sanciones y explicó que las leyes de Texas establecen que las sanciones de Texas solo expiran en caso de que Estados Unidos derogue todas sus sanciones contra Irán.
Gracias a la carrera por la presidencia de Estados Unidos hemos podido ver a todos los candidatos republicanos a la presidencia -e incluso a la líder de los demócratas, Hillary Clinton- prometer que serán "más duros" con Irán de lo que lo fue Obama (de hecho, los republicanos prometen rescindir el acuerdo nuclear). Además, el Congreso de los Estados Unidos está intentando implacablemente imponer sanciones adicionales a Irán en un intento de deshacerse del acuerdo nuclear.
Por este motivo, el ayatolá Jameneí calificaba los esfuerzos de los políticos estadounidenses de preocupantes y sospechosos: "Los otros son unos impostores, no hay que fiarse de su sonrisa ni de su máscara... Los altos cargos [iraníes] deberían asegurarse de que los estadounidenses cumplan con lo que se comprometieron en el acuerdo; de lo contrario, deberían tomas represalias".
A pesar de los recientes logros en la relación entre Irán y Estados Unidos, que no era tal desde la Revolución Islámica de 1979, sigue existiendo un muro de desconfianza entre Washington y Teherán y el futuro de la relación de Estados Unidos con Irán todavía está en el aire, algo que dota de una importancia crítica a que los pragmatistas de uno y otro lado cumplan por completo con todos los puntos del acuerdo nuclear.
El embajador Seyed Hossein Mousavian fue diplomático y actualmente es investigador en la Universidad de Princeton (Estados Unidos). Su último libro "Iran and the United States: An Insider's View on the Failed Past and the Road to Peace" [Irán y Estados Unidos: la visión desde dentro sobre los fracasos del pasado y el camino hacia la paz] se publicó en mayo de 2014.
Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero