¿Sobrevivirá la sanidad a esta crisis?
Vamos abocados a una sanidad distinta, o tal vez no mucho porque es una sanidad que ya conocemos. Es la que teníamos hace 40 años. Servicios privados para los que se lo pueden pagar y un seguro de salud básico para el común de los mortales. ¿Hay alternativas? Creo que sí.
Foto: Gonzalo Malpartida/Flickr.
Esta pregunta se la está haciendo ahora mucha gente, dentro y fuera de nuestro país. En todas partes estamos siendo testigos de un aumento en la demanda de servicios sanitarios por parte de la población y de una disminución de los presupuestos en esta partida, una de las que más porcentaje se lleva de nuestros impuestos. Nicholas Black lo plantea esta semana en el New England Journal of Medicine, una de las revistas más prestigiosas de medicina.
La sanidad es cara, y no queda dinero en la caja. No suficiente.
Está clarísimo que vamos abocados a una sanidad distinta, o tal vez no mucho porque es una sanidad que ya conocemos. Es la que teníamos hace 40 años. Servicios privados para los que se lo pueden pagar y un seguro de salud básico para el común de los mortales.
¿Hay alternativas? Creo que sí. No todo en sanidad es ultracaro. En España disponemos de una red de atención primaria compuesta de centros de salud en casi todos los barrios y pueblos del país. Profesionales perfectamente formados cerca de donde viven los ciudadanos. Centros de salud que pueden resolver el 90% de los problemas que los ciudadanos presentan y tratarles en su misma comunidad, evitando esperas y molestos desplazamientos. Una red sanitaria que consume muy pocos recursos económicos y provee un gran valor social. Reforzar esta red para que dé más respuesta todavía permitirá adelgazar la partida presupuestaria en los grandes hospitales o unidades que consumen más recursos, permitiendo que al hospital lleguen los casos que verdaderamente lo necesiten: urgencias graves, cirugía, traumatología o reagudizaciones de enfermos complejos.
Algo en apariencia tan evidente no hay nadie que lo esté planteando en los despachos políticos pese a disponer de evidencias contrastadas. De hecho se está haciendo lo contrario, amortizar plazas, dejar pueblos sin médico, adelgazar los presupuestos, no contratar suplentes, disminuir horas de limpieza, etc... Mientras que se mantienen en el sistema medicamentos sin utilidad probada (protectores del cartílago...) o se usan mal (fármacos para la osteoporosis en personas de 50- 60 años sin factores de riesgo...). Se siguen invirtiendo grandes sumas en cirugía robótica que no ha demostrado eficiencia o se mantienen gestores intermedios o asesores sin una clara función.
La ciudadanía será la que tenga que exigir que las cosas se hagan mejor en sanidad y habrá que oír su voz para priorizar. No estaría de más también acudir a los profesionales y a la evidencia científica para tratar de diferenciar lo esencial de lo accesorio. Desgraciadamente para todo no va a dar.
SEIS MINUTOS CAPITULO I from Seis Minutos on Vimeo.