Reducir la jornada está costando mucho trabajo: lo que separa a Gobierno y empresarios del acuerdo
El "cambio de tono" de los empresarios no ha sido suficiente para lograr el 'sí' a las 38,5 horas semanales. Trabajo desmiente que vaya a retrasar sus planes un año y es optimista: "Hay posibilidad de trabajar en positivo".
Un acuerdo que está costando mucho trabajo. El Ministerio que lidera Yolanda Díaz no quiere cambiar sus planes. El objetivo sigue siendo el de alcanzar un acuerdo tripartito, junto a los agentes sociales y los empresarios, pero el reloj corre en su contra y su compromiso de reducir la jornada laboral a las 38,5 horas semanales sigue sin ver la luz a tres meses para la llegada de 2025.
Trabajo valoró positivamente el "cambio de tono" de las organizaciones empresariales. Todavía hay un gran distanciamiento en las posturas, pero el Gobierno sigue siendo optimista. "Hay posibilidad de trabajar en positivo para alcanzar un acuerdo", señaló la vicepresidenta segunda del Ejecutivo este miércoles.
Sigue habiendo muchas cosas que les separan. La siguiente reunión será el 11 de octubre y, hasta entonces, el Ministerio de Yolanda Díaz debe intentar convencer al presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, de que la medida es buena para la productividad en España y no "malo para España", como piensa.
Dentro del debate entre Moncloa, agentes sociales y los empresarios, esta semana se ha unido un actor más, el Partido Popular. Alberto Núñez Feijóo sorprendió a todos al abrir la puerta a aplicar cambios en la jornada laboral, con una semana laboral de cuatro días que está condicionada al acuerdo entre empresas y trabajadores. El líder del principal partido de la oposición aboga por un banco de horas para que los trabajadores puedan elegir cómo usarlas para conciliar.
El futuro de la gran promesa de la legislatura del Ministerio de Trabajo sigue siendo muy oscuro y, mientras los agentes sociales reclaman a los empresarios que cedan, las dudas sobre un acuerdo final son cada vez mayores.
¿En qué punto están las negociaciones?
Aunque el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, aseguró que la última reunión de diálogo social fue "más constructiva" que las anteriores, tras "un cambio de tono" en las organizaciones empresariales, las negociaciones siguen en el mismo punto. La negativa de los empresarios no ha sufrido ninguna variación tras el último encuentro.
El Gobierno reconoce que los representantes de los empresarios "son las más reticentes a aceptar la reducción de jornada". "Han aceptado valorar la propuesta que les hemos trasladado. No voy a ser muy preciso con ella por respeto a la confidencialidad de la negociación", ha señalado Pérez Rey.
Fuentes de la CEOE salieron al paso del optimismo del Ministerio de Trabajo y reafirmaron su postura de oponerse a la reducción legal de la jornada. También aseguraron que no se llegó a concretar por escrito "ningún planteamiento de los avanzados en la última reunión".
Trabajo intentó acortar las distancias tras anunciar el pasado 9 de septiembre que se crearía una serie de incentivos a las pymes que decidan aplicar la reducción de la jornada laboral, a través del plan Pyme 375.
Dentro de la propuesta también se recoge una formación para las empresas de cara a la reducción de jornada a las 37,5 horas semanales en 2025, el derecho a la desconexión digital y una mejora en el registro horario con un instrumento electrónico que pueda servir a la Inspección de Trabajo.
Antonio Garamendi mostró su enfado tras la reunión porque acusa al Gobierno de romper con los acuerdos de diálogo social. "Están rompiendo la palabra confianza. Lo que están haciendo es que vamos a tener un planteamiento regulado. Reclamo la libertad para que nosotros digamos que eso así no debe ser", aseguró.
"¿Quién no va a querer trabajar menos? Yo creo que todos. Cada día se trabaja en más la conciliación, pero no la confundamos con las horas del convenio", defendió el presidente de la CEOE en una entrevista en Telecinco.
El presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, lanzó el jueves varias propuestas a Moncloa. "¿Se puede reducir la jornada? Sí. Pero ¿por qué no paga el Gobierno esa reducción de la jornada? ¿O por qué no comparte los gastos de esa reducción de jornada?", cuestionó en una entrevista en Intereconomía.
"Es muy bonito decir, vamos a reducir la jornada, porque esto es muy bueno para todo el mundo, pero, sin embargo, esto quien tiene que pagarlo son las empresas", criticó, antes de justificar que se debe negociar "sector a sector, territorio a territorio".
Las distancias siguen siendo importantes. Falta mucho camino por recorrer para que todas las partes cedan terreno y la propuesta que esté sobre la mesa pueda ser aceptada por el Gobierno, los empresarios y los agentes sociales. El problema sigue estando en el tiempo. Cada vez queda menos para que se cumpla el plazo fijado por Díaz y las posturas continúan siendo lejanas.
Trabajo niega que retrasen los planes del Gobierno
Los sindicatos salieron de la reunión asegurando que sobre la mesa estuvo la opción de retrasar los planes del Ministerio de Trabajo. La secretaria de Acción Sindical y Empleo de CCOO, Mari Cruz Vicente, aseguró que "el procedimiento puede ser un poquito más largo".
Pero Joaquín Pérez Rey respondió de inmediato a dicha afirmación desde su perfil en la red social X para desmentirla. El secretario de Estado de Trabajo negó que se vayan a retrasar un año los planes del Gobierno y que las fechas seguirán siendo las mismas.
"Desmiento rotundamente que vayamos a posponer la entrada en vigor de la reducción de jornada. Como recoge el acuerdo de Gobierno: 38,5 horas en 2024 y 37,5 horas en 2025", indicó en un tuit.
Horas más tarde, Yolanda Díaz afirmó que es "rotundamente falso" que se haya puesto sobre la mesa esa propuesta y defendió que Trabajo "va a cumplir" con el acuerdo para reducir la jornada laboral como está previsto en el acuerdo de Gobierno.
Los agentes sociales presionan
Mientras todo sigue en el mismo punto, los agentes sociales tratan de presionar para que la patronal ceda. Los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, junto con cerca de un millar de trabajadores y sindicalistas, se manifestaron este jueves ante la sede de la CEOE.
"Si quieren poner en valor la autonomía de los agentes sociales para negociar estas cosas, lo que tienen que hacer es negociar y no ir a perder el tiempo a las reuniones", aseguró Sordo.
El secretario general de UGT cree que la CEOE y Cepyme "se están amparando en la inestabilidad política y eso es irresponsabilidad". Para tratar de que el acuerdo siga adelante, pide al Gobierno "no dar derecho de veto" a la organización empresarial.
La concentración no sentó nada bien a los representantes empresariales. Lorenzo Amor considera que los sindicatos "se equivocan". "No es en la sede de la CEOE donde tienen que ir. Nosotros no tenemos el BOE ni el poder legislativo. Esto es una decisión política y donde tienen que reclamarlo es al poder ejecutivo o al poder legislativo, no a nosotros", explicó.
Feijóo, un actor más en la negociación
Aunque no acude a estas reuniones, Feijóo se ha convertido en un actor más dentro de la negociación sobre la reducción de la jornada laboral. El líder del PP se mostró partidario el pasado martes en La Mirada Crítica de aplicar una jornada laboral de cuatro días de "9 ó 9,5 horas" para "algunos sectores".
El presidente del principal partido de la oposición abrió la puerta a aplicar la medida y avanzó que se sentará con sindicatos y patronal para compartir argumentos. "Nuestras empresas han perdido productividad con el resto de las empresas de la Unión Europea. Por lo tanto, lo primero que tenemos que hablar con los agentes sociales en serio es cómo recuperamos la productividad de nuestra economía", aseguró.
"¿Cómo lo podemos hacer? ¿Podemos trabajar nueve horas cuatro días a la semana? ¿Podemos trabajar nueve horas y media cuatro días a la semana?", cuestionó el líder del PP.
"Bienvenido el diálogo, el diálogo político, el diálogo social, el diálogo institucional. La política es esto, no me voy a cansar de decirlo", contestó Yolanda Díaz a la nueva postura del PP, que ha sido objeto de controversia en el propio partido. El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso reveló que estaba "totalmente en contra" de aplicar este tipo de cambios y que "no va a favor" de la competitividad.
Génova matizó el miércoles que el planteamiento de la Ley de Conciliación que el PP registrará en el Congreso apostará por la flexibilidad de la jornada laboral, incluyendo un banco de horas para que los trabajadores las usen para conciliar y que la jornada de cuatro días debe ser negociada entre empresas y empleados.
Mientras Yolanda Díaz y los agentes sociales tratan de convencer de todas las maneras posibles a los empresarios para que den el 'sí' deseado por el Ministerio Trabajo, el Gobierno ve cómo el principal partido de la oposición ya se muestra menos reticente a algunos de los detalles de su propuesta. El balón está en el tejado de la patronal, pero la vicepresidenta segunda sigue viendo cómo el reloj corre en su contra a falta de tres meses para que se cumpla el plazo.