Por qué no puedes ser voluntario en una mesa electoral

Por qué no puedes ser voluntario en una mesa electoral

Desde el inicio de la democracia, los tres miembros se eligen por sorteo entre las personas incluidas en el censo electoral.

Miembros de la mesa de un colegio electoral realizan el recuento de votos tras las elecciones celebradas en Castilla y León en febrero de 2022.NACHO GALLEGO / EFE

Cada vez que se realiza el sorteo para cubrir las mesas electorales de las próximas elecciones surgen dos grupos de personas: los que buscan todas las excusas posibles para librarse de la mesa y los que están deseando ser los agraciados en el sorteo. Incluso hay quien se plantea la opción de que se haga de forma voluntaria. Sin embargo, es el Régimen Electoral General (LOREG) el órgano encargado de establecer las condiciones.

La formación de las mesas electorales es competencia de los diferentes Ayuntamientos bajo supervisión de las Juntas electorales de cada zona. Los tres miembros de cada una de ellas se eligen por sorteo de entre todas las personas incluidas en el censo electoral de cada mesa. Los únicos requisitos necesarios son ser menor de 70 años y saber leer y escribir.

"El tema de que las mesas se formen por sorteo es una tradición que hay en nuestro sistema electoral desde el comienzo de la etapa democrática y creo que es algo que todo el mundo valora positivamente porque garantiza la neutralidad", manifiesta Óscar Sánchez Muñoz, profesor de Derecho Constitucional y experto en Derecho Electoral y participación política.

Sánchez explica que el principal objetivo de los sorteos, que se celebran siempre entre los días 25 y 29 tras la convocatoria de las elecciones, es "garantizar la imparcialidad y evitar que personas interesadas puedan participar". Este es el motivo fundamental por el cual no se deben permitir candidatos alternativos a los designados por azar para el desempeño de esta función. "No podríamos controlarlo de ninguna manera, se prestaría a una posible utilización fraudulenta", argumenta el experto.

"Hay que garantizar la imparcialidad y evitar que personas interesadas puedan participar"

"Si se permitiese que todas las personas que participan en las mesas electorales fuesen voluntarios, no tendríamos una garantía de que no tienen un interés particular en favorecer a algunas de las candidaturas que están en lista", razona Sánchez. Además, añade que si la Junta Electoral Central dejase a la gente apuntarse voluntariamente "los que lo harían serían los que son más próximos a los partidos políticos". 

De este modo, explica, "el partido que fuera capaz de movilizar a más gente para presentarse como voluntario a las mesas es el que tendría más capacidad de estar ahí, aunque no necesariamente fueran a utilizarlo de forma fraudulenta".

"El partido que fuera capaz de movilizar a más gente es el que tendría más capacidad de estar ahí"

Aunque en otros países como Perú o Guatemala, las mesas electorales se conforman de voluntarios, en España nunca podrá ser así, atendiendo a las normas dictadas por la Junta Electoral Central. "Creo que es bueno que se obligue a que los ciudadanos se impliquen en las elecciones. Aunque lo vean como una carga, es un mínimo compromiso que se pide a la sociedad y no tiene por que ser visto como un castigo", concluye Sánchez.

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Tamara González Sánchez es redactora de actualidad en El HuffPost. Es graduada en Periodismo por la Universidad de Valladolid, con Máster en Reporterismo de Televisión en la Universidad Rey Juan Carlos. Antes de llegar aquí estuvo dos años en RTVE, trabajó en 'La Voz de Medina' y Cáritas Autonómica de Castilla y León, e hizo sus prácticas universitarias en La 8 de Valladolid y 'La Mañana' en La 1.

Puedes contactar con ella en: tgonzalez@huffpost.es