Puigdemont da por hecho que será detenido cuando regrese a España: "Sé lo que debo hacer"
El expresident asegura que no dejará que se le use como "objeto de negociación".
El expresident catalán Carles Puigdemont ha reafirmado este sábado su decisión de volver a España y afirma que nadie le va a parar: "Así como ir al exilio fue una decisión política, volver del exilio también lo es", ha expresado en una carta de tres páginas publicada en la red social X.
No obstante, da por hecho que será detenido, lo que ha prometido que hará cuando tenga lugar un debate de investidura en el Parlament: "Si se salen con la suya, imagino lo que me espera y lo que debo hacer", ha dicho.
Sobre él pesa una orden de detención nacional, tras no aplicársele la amnistía por el delito de malversación. Por ello, asume que, si finalmente es arrestado, su estancia en prisión puede ser larga. "Sé que mi retorno puede comportar la detención e ingreso en prisión, quién sabe por cuánto tiempo", indica.
Asimismo, asegura que no dejará que se le use como "objeto de negociación" ni que su eventual encarcelamiento sirva para "abonar ninguna decisión política que comporte renunciar a la lucha" por la independencia de Cataluña.
De hecho, ha dejado claro que ser detenido no está entre sus mayores preocupaciones: "Si me detienen, no será la primera vez. He estado en una prisión alemana y en otra de Italia, he estado arrestado en una comisaría belga y he estado convocado por la policía antiterrorista francesa. Todo esto, claro, por orden del aparato judicial español".
"Pero el hecho relevante no será este. El hecho verdaderamente importante será la evidencia de que en España las amnistías no amnistíen, que hay jueces dispuestos a desobedecer la ley y que el Gobierno español actúa con la indolencia del resignado", critica el catalán".
Una detención "antidemocrática y antiliberal"
"Quien crea que esto no tendrá consecuencias, se equivoca. Verme encarcelado ha sido el sueño frustrado de los perseguidores españoles durante siete años. Para hacerlo deberán violar muchas cosas", prosigue antes de resolver que esta "actitud antidemocrática y antiliberal de los aparatos del Estado no es intrascendente" para la causa de la independencia.
El expresident, líder de Junts, denuncia ser objeto de "un golpe de Estado híbrido" en el que "los poderes del Estado han usado un nivel de violencia política incompatible con la democracia", al tiempo que asegura que defenderá la independencia "sin ninguna renuncia", es decir, mediante la "negociación bilateral cuando se den las condiciones" o con "la acción unilateral cuando sea la única alternativa al alcance".
Asevera también que si no se le aplica la amnistía es porque los jueces "incumplen" la norma, que cuenta con un redactado que "cierra la puerta a interpretaciones perversas", de modo que acusa a la judicatura de estar "en rebeldía contra las instituciones democráticas".
El expresidente catalán acusa a ERC de haber emprendido en los últimos años "campañas de desprestigio" contra su figura y asegura que un ejecutivo presidido por Illa sería "un Govern de carácter españolista", "alérgico a la plena normalización de la lengua catalana y que no tendrá ninguna capacidad de negociación real con el Gobierno español para resolver un conflicto histórico".