Mazón echa toda la culpa a la AEMET y a la Confederación del Júcar: "No dispusimos de suficiente información y a tiempo"
El presidente valenciano, que no dimite, sostiene que la AEMET sólo alertó de un máximo de precipitaciones de 180 l/m2, mientras que las comunicaciones sobre la crecida en el barranco del Poyo fueron "fragmentadas, inexactas y tardías".
El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha eludido este viernes cualquier responsabilidad sobre la gestión de la DANA que causó más de 220 muertos y ha culpado de sus consecuencias a instituciones como la AEMET o la Confederación Hidrográfica del Júcar, de competencia estatal, por no ofrecer a su ejecutivo la "suficiente información y a tiempo".
En una comparecencia a petición propia en Les Corts, Mazón ha lamentado que "los protocolos afinados durante un cuarto de siglo no fueron suficientes para evitar o paliar los terribles efectos" de las intensas lluvias. Y aunque al principio de su intervención ha asegurado que no iba a negar "fallos" por su parte, todas las acusaciones han ido dirigidas a los organismos que no son competencia autonómica.
"Los valencianos tienen el derecho de conocer todo lo que ocurrió, la información que se manejó y las decisiones que se tomaron", ha dicho. Y ha sostenido que es legítimo preguntarse "si las predicciones meterológicas fueron acertadas o si los sistemas de medición pluviométrica o caudal de ríos o barrancos, no sólo se vieron sobrepasados por el propio nivel del agua, sino que fueron barridos o arrastrados por el agua".
En concreto, Mazón ha lamentado que la AEMET sólo avisara el martes por la mañana de una probabilidad de lluvia de un 70% y un máximo de 180 litros/m2, cuando en algunos puntos superó los 400. Y que su alerta, aunque se situara en su máximo nivel, fuera por lluvias torrenciales, una situación que ya se había dado en otras 36 ocasiones durante los últimos años sin que se produjeran las mismas consecuencias.
Con respecto al barranco del Poyo, el presidente valenciano ha lamentado que sólo se dispusiera de un sólo sensor de medición del caudal y que durante dos horas y media (de 16.13 a 18.43h. de aquella tarde) no se ofreció ninguna información sobre el aumento vertiginoso del nivel del agua. "La información que se tiene al respecto fue fragmentada, inexacta y tardía", ha dicho con rotundidad. Un hecho que ha tildado de "apagón informativo" y considera negligente, puesto que asegura que la Confederación tiene la obligación de transmitir información sobre el caudal siempre que ésta sobrepase ciertos límites.
"Señorías, 1.686 metros cúbicos por segundo son 54 veces el caudal del trasvase Tajo-Segura a su máxima capacidad, son cuatro veces el caudal del Ebro, son 1,7 millones de litro por segundo..., y se envía en simple un correo electrónico, uno más entre los 83 que recibió Emergencias aquella tarde", ha lamentado Mazón, quien además ha insistido en que el presidente de la CHJ, que estaba presente en el CECOPI, no dijo nada.
Por este motivo, Mazón cree que el sistema entero "falló". "Pido disculpas porque aunque se aplicaron los protocolos, no fueron suficientes. Nuestros sistemas de detección y alerta tienen grietas", ha asegurado. Además, ha dicho que la gestión realizada por el gobierno valenciano fue "la mejor que se pudo llevar a cabo en la situación en que se estaba, con la información de que se disponía y con los recursos con los que se contaban, que es evidente que no fueron suficientes".
Sobre su comida durante más de tres horas en un restaurante con la periodista Maribel Vilaplana, Mazón apenas ha tenido palabras al respecto. El presidente valenciano, pese a ser consciente de que estaba la alerta roja activada y que algunos primeros barrancos ya se habían desbordado, ha asegurado que mantuvo su agenda porque la consellera de Interior estaba al frente de la situación y porque el protocolo de emergencia se estaba llevando a cabo de forma correcta. Y nada más. Sólo ha añadido que llegó a la reunión del CECOPI algo tarde por el alto volumen de tráfico en la ciudad y que su incorporación a la misma no retrasó el envío del mensaje de alerta a los ciudadanos. “Cuando fui advertido de que la situación se agravaba, fui al CECOPI y no fue un viaje fácil por la situación, pero cuando llegué no fue necesario que me pusieran al día de nada ni retrasé ni un segundo las tareas”, se ha defendido.
Y sobre el tardío envío del mensaje de alerta a la población, Mazón ha señalado que sólo se decidió lanzarla ante el riesgo "inminente" de rotura de la presa de Forata y no otro motivo, puesto que esa herramienta no se había usado nunca antes en la Comunitat Valenciana, y no está prevista en los planes y protocolos. Una justificación algo insólita cuando ante la DANA de esta misma semana, el Centro de Coordinación de Emergencias de la Comunidad Valenciana sí envió hasta dos alertas para prevenir a la ciudadanía de un nuevo temporal adverso.
De hecho, Mazón sólo ha admitido como "error" haber eliminado de sus redes sociales el vídeo en el que aseguraba el mismo día de la tragedia que el temporal remitiría a partir de las 18.00h. de la tarde. Una información que sustentó en las declaraciones emitidas previamente por la delegada del gobierno en Valencia y por el responsable de la AEMET en la región. "Lo retiré porque pretendí eliminar una información que podía resultar confusa al haber quedado obsoleta", se ha limitado a decir.
En su sacudida de responsabilidades, Mazón también ha llegado a criticar al Gobierno central por no ser rápido en el envío de ayuda durante los momentos posteriores a la DANA. "En estos últimos días se han producido ciertas demoras y la falta de coordinación entre administraciones tiene un impacto. Los valencianos merecen una colaboración ágil y sincera, que no se quede en discursos, sino que se traduzca en resultados tangibles. Y debe fluir con normalidad, sin necesidad de pedirla", ha sostenido. Además, ha pedido a Pedro Sánchez los "primeros" 31.000 millones que, según sus cálculos, costará la reconstrucción. “Necesitamos que el gobierno no nos deje solos”, ha dicho.
Finalmente, Mazón ha anunciado la aprobación de un plan, que ha enviado al Gobierno de España, de 136 medidas orientadas a la "recuperación económica, social, estructural y ambiental" de Valencia. Y ha dicho que si no está a la altura de dicha recuperación, no se presentará a la reelección en 2027, despejando cualquier duda sobre una posible dimisión ahora.
“No oculto los errores de la Generalitat, los reconozco, los asumo e incluso pido disculpas y no voy a eludir las responsabilidades que tengo que asumir, tengo que ser el primero. Valencia, la zona afectada, necesita esa recuperación y que lideremos esa recuperación con toda la determinación, y si no soy capaz, voy a asumir las consecuencias no optando a la reelección”, ha asegurado.
Lo que sí ha confirmado es que llevará a cabo una remodelación de su gobierno, que incluirá una nueva vicepresidencia del Consell para la recuperación económica y social y una conselleria específica de Emergencias e Interior, sin detallar todavía quién ocupará la primera y si Salomé Pradas estará al frente de la segunda o será relevada tras su polémica gestión.