José Ignacio García: "Algunos partidos se han puesto bajo el ala del PSOE y arrastran los pies por las instituciones"

José Ignacio García: "Algunos partidos se han puesto bajo el ala del PSOE y arrastran los pies por las instituciones"

El nuevo portavoz de Adelante Andalucía sólo ve lógica la unión de la izquierda si se apuesta por un proyecto "radicalmente diferente": "Si nos limitamos a mantener el sistema actual, abonamos el campo para que luego gobierne la extrema derecha".

José Ignacio García, portavoz de Adelante AndalucíaSergi González

El pasado mes de marzo, José Ignacio García (Jerez, 1987) fue elegido nuevo portavoz de Adelante Andalucía en sustitución de Teresa Rodríguez. Este profesor jerezano, con vocación de activista desde su etapa estudiantil, tomaba así el relevo de la figura más destacada del partido, que mantiene parte de sus responsabilidades. Una especie de bicefalia que intenta dar alas a la formación con menor representación en el actual parlamento andaluz: sólo dos diputados.

Sin embargo, con poco a veces se puede hacer mucho. Y para prueba la tramitación de unanimidad de la primera ley de gafas gratis para menores que ellos presentaron y que, ahora, dará el salto al Congreso de los Diputados para que se gestione como una ley estatal. "Esperemos que no se dé un 'efecto Despeñaperros' y los partidos no se olviden de lo que han votado en el parlamento andaluz", señala García durante su entrevista con El HuffPost.

Durante la charla con nuestro medio, que se produce en plena resaca de la victoria de la izquierda en las elecciones legislativas de Francia, el portavoz de Adelante Andalucía explica en qué circunstancias sería lógica la unión de la izquierda en España o su relación con Moreno Bonilla. Además, tampoco duda en dar su opinión sobre la anulación de las sentencias de los ERE, su propuesta para implantar una tasa turística en Andalucía o los tuits incendarios de Óscar Puente. "La mano dura es para unas personas y la blandita para otras. Yo no veo al ministro diciendo 'saco de mierda' a Ryanair", señala.

- La izquierda, unida, consiguió el pasado fin de semana doblegar a la ultraderecha en las elecciones legislativas de Francia. ¿Han dado una lección los partidos de izquierda franceses a los españoles desplegando esta estrategia?

- Yo creo que la izquierda francesa nos ha enviado dos mensajes en estos comicios. La primera es que para vencer a la ultraderecha hay que apostar por un proyecto ambicioso con valentía programática. No basta sólo con mantener lo que ya tenemos y ser moderados. Y la segunda lección es que la movilización ciudadana ha ayudado mucho a conseguir este resultado. Sería erróneo reducir todo a un acuerdo por arriba de los partidos.

- Pero si no se hubiera producido dicha unión, el resultado, probablemente, habría sido diferente. ¿Por qué parece que en España cuesta tanto que los partidos de izquierda se entiendan?

- A mí lo que me preocupa es cuando la izquierda se pone a pelearse por tonterías. En estos último años, las izquierdas estatales han caído mucho en la sobreactuación y en peleas superflúas. Además, las izquierdas con vocación transformadora se han puesto bajo el ala del PSOE y arrastran los pies por las instituciones. La unidad es interesante, claro, pero yo quiero la unidad en torno a un proyecto radicalmente diferente. 

Si nosotros nos limitamos a querer mantener un sistema que no ayuda a solucionar los problemas de la gente, en realidad estamos abonando el campo para que llegue después la extrema derecha. Así que la gran responsabilidad histórica que tenemos desde la izquierda es proyectar algo nuevo y vislumbrar un horizonte diferente. La extrema derecha tiene un proyecto diferente y nosotros no podemos quedarnos con lo que ya tenemos. Hay que poner otra oferta en el menú.

- ¿Sumar, que sólo tiene un año de vida, no es esa nueva oferta del menú?

- Sumar ya ha demostrado que su proyecto se limita a matizar un poco al PSOE. Insisto: la izquierda tiene que alumbrar algo nuevo, y ese no es el camino que han elegido en Sumar.

- Entiendo, entonces, que usted descarta una futura integración de Adelante Andalucía en Sumar...

- Hay dos cuestiones fundamentales que nos separan de Sumar: nuestro proyecto nunca va a estar bajo el ala del PSOE y nosotros somos una fuerza andalucista. Andalucía necesita una voz propia para que se nos escuche en todos los lados. Y sólo conseguiremos eso con una herramienta propia. 

- ¿Y qué pasa con Podemos? Porque su relación con esta formación también ha sido tormentosa...

- Nosotros en el parlamento andaluz hablamos con todo el mundo. Menos con Vox, claro. Obviamente, yo no tengo nada que hablar con unos señores que suben al atril a decir barbaridades sobre las mujeres, las personas LGTBIQ+ o sobre las personas migrantes... Con el resto, sí. Y nosotros colaboramos con Podemos y Sumar, presentamos iniciativas conjuntamente... Pero  siempre desde la independencia política. Sabiendo que nosotros somos una fuerza que venimos a transformarlo todo y a darle una vuelta a Andalucía. Y hacerlo desde el andalucismo y el derecho propio como pueblo a elegir lo que haga falta. 

- ¿Pero qué diferencia hay entre lo que plantea Adelante Andalucía de lo que puede proponer Sumar o Podemos?

- Nosotros creemos que hace falta levantar la voz de Andalucía y representarla donde haga falta. No necesitamos pedir permiso a nadie para reivindicar lo que es mejor para las clases trabajadoras. Y nosotros nunca vamos a estar bajo el ala del PSOE. Y menos en Andalucía, porque el PSOE ha gobernado 37 años y es difícil hablar de la sanidad pública o la educación sin hablar de los recortes que perpetraron los gobiernos socialistas. 

  El portavoz de Adelante Andalucía, José Ignacio GarcíaSergi González

- Aunque Andalucía históricamente ha estado volcada hacia la izquierda, los nuevos fenómenos de la ultraderecha como han sido Vox o Alvise Pérez han conseguido un buen resultado en esta región. ¿A qué cree que se debe?

- Yo creo que podemos hacer un análisis de clases y otro de género. Por un lado, hay que decir que los mejores resultados de estos partidos se dan en los barrios con el nivel socio-económico más alto. Por tanto, es un mito eso de que la clase trabajadora vota a la extrema derecha. Lo que hace la clase trabajadora a veces es no votar. 

Y luego está la cuestión de género. Los resultados de Alvise y Vox nos indican que hay más hombres que mujeres que se sienten representados por estas fuerzas, y puede deberse a su cabreo con el feminismo o la liberación LGTBIQ+. En todo caso, permítame decirle que no sé si Andalucía históricamente ha sido de izquierdas. Andalucía votaba al PSOE. Pero el PSOE no siempre hace política de izquierdas.

- En lo que sí estaremos de acuerdo es en que ahora gobierna la derecha con mayoría absoluta. ¿Cómo definiría usted a Moreno Bonilla?

- Es un lobo con la piel de cordero. Moreno Bonilla está haciendo políticas para cambiar el corazón de los andaluces de un modo sencillo: introduciendo la idea de que todo se puede comprar y vender. Si alguien está dispuesto a pagarlo, te lo vendo. La educación, la sanidad, nuestras costas, la especulación inmobiliaria... Todo se puede comprar y vender. Le reconozco que tiene una gran capacidad de comunicación y una cara amable que parece que no se mete en nada, pero se mete en todo. 

- Siempre se dice que Moreno Bonilla forma parte del sector moderado del PP, mientras que Ayuso representa el radical. ¿Usted lo ve también así? 

- Fíjate que ambos presiden las dos CC.AA. de España que menos invierten en sanidad pública. Así que no hay tanta diferencia entre ellos. Lo que pasa es que una se dedica a lanzar exabruptos y el otro pone cara de bueno y dice que no tiene ningún problema con nadie. Pero luego, Bonilla aplica en Andalucía las mismas políticas privatizadoras de la Sanidad que está haciendo Ayuso en Madrid.

  El portavoz de Adelante Andalucía, José Ignacio GarcíaSergi GonzÁLEZ

- El Parlamento de Andalucía ha debatido esta semana, gracias a ustedes, la posible implantación de una tasa turística. Hay gente que les dirá que eso va en contra de turismo, un sector que representa el 12% del PIB. Explíquenos esta propuesta

- Nosotros llevamos varios meses intentando abrir un debate social en Andalucía sobre el modelo turístico que queremos tener. Moreno Bonilla está obsesionado con defender los buenos datos del turismo. Pero si tanta riqueza genera el turismo, ¿por qué Andalucía no tiene los dato de bienestar de los países nórdicos cuando recibe 33 millones de turistas al año? El turismo genera problemas evidentes, como el aumento del precio de la vivienda, el empeoramiento de las condiciones laborales o la incidencia en el cambio climático. Una habitación de hotel gasta tres veces más de agua que una vivienda en un momento de sequía como la que tenemos. Yo quiero que haya turismo en Andalucía, claro, pero defiendo el turismo para que puedan hacerlo también los andaluces y los andaluzas.

- ¿Han puesto cifra a esa tasa turística?

- Con la tasa turística, siendo muy conservadores, se podría recaudar 200 millones de euros al año. Eso sí, no queremos que ese dinero sea para cualquier cosa. En nuestra ley ponemos claramente que se debe destinar a la construcción de vivienda pública en alquiler y para paliar los efectos de la crisis climática.

- Ustedes sí consiguieron sacar adelante la ley de gafas gratuitas con el apoyo de todos los partidos. ¿Se va a conseguir que, dentro de poco, no tengamos que pagar en España por ver bien?

- Nosotros queremos cambiar una ley sanitaria estatal para introducir los productos de salud visual dentro de los financiados. Porque es sorprendente que ver bien no se haya considerado en España, hasta ahora, una cuestión de salud. Fíjse: hasta un millón de personas en Andalucía no pueden acceder a la graduación o a la compra de unas gafas porque no pueden permitírselo. Eso debería cubrirlo la seguridad social, como cualquier otra cuestión de salud. Y que sea un derecho, no una ayuda.

- Si PP y PSOE han apoyado esta propuesta en el Parlamento andaluz, lo lógico es que también lo hagan en el Congreso, ¿no?

- Ese va a ser nuestro gran argumento. Si lo aprobaron en el Parlamento andaluz, lo tendrán que aprobar en el Congreso. Pero la vida da muchas vueltas y el 'efecto Despeñaperros' existe. Pasas Despeñaperros y parece que algunos diputados y partidos se olvidan de lo que han votado.

  El portavoz de Adelante Andalucía, José Ignacio GarcíaSERGI GONZÁLEZ

- En estas últimas semanas, también estamos conociendo que el Tribunal Constitucional está anulando algunas de las sentencias de los ERE. ¿Qué valoración hacen ustedes de estas decisiones?

- El caso de los ERE es, más bien, un debate sobre los últimos treinta años de Andalucía. Los consejeros y presidentes de la Junta no han robado, y eso ya es una diferencia con lo que han hecho miembros del PP en otras CC.AA. En el fondo, lo que se hizo fue comprar la paz social en Andalucía y desindustrializar Andalucía a cambio de pagar unas ayudas a unas trabajadoras, pero hipotecando el futuro de otros. Es decir, hemos subvencionado con dinero público ser más dependientes. Y eso no deja de ser una base socioeconómica para que hoy nos gobierne la derecha. Si hoy Andalucía es más pobre y tenemos peor industria, es por esa visión política que hicieron esos gobernantes. Y eso es más importante que si robaron o no.

- ¿Pero eso cómo se tipifica?

- Claro, es que posiblemente no sea delito. Pero mi crítica es política, no jurídica. Igual no tienen que estar en la cárcel y yo me alegro. Pero la izquierda debería estar diciendo que esa política desindustralizó Andalucía y forró a grandes empresas, y de eso nadie está hablando menos nosotros.

- En cuanto a financiación, ¿ustedes reclaman el mismo trato para Andalucía o creen, como dice el Gobierno, que cada región tiene sus singularidades?

- Andalucía tiene una singularidad: que nos deben mil millones de euros al año por culpa del sistema de financiación autonómica actual. Fíjese, las empresas de la Costa del Sol cotizan en Baleares, Cataluña o Madrid. Lo que entra por el puerto de Algeciras cotiza en Madrid. Y los grandes fondos de inversión que son dueños del campo andaluz cotizan fuera. Así que hagamos cuentas, porque si toda la actividad económica fruto del esfuerzo de los trabajadores andaluces se cotizara en Andalucía, se vería que recibimos de menos. Además, el sistema de financiación autonómica no puede ir separado de un debate sobre la reforma fiscal. Hay que hacer que los que más tienen, paguen más. Y que se reparta de forma justa social o territorialmente. Pero el Gobierno sólo mira a Barcelona. 

  El portavoz de Adelante Andalucía, José Ignacio GarcíaSERGI GONZÁLEZ

- Permítame ahora algunas preguntas más personales. ¿Por qué decidió usted entrar en política?

- Yo he sido activista y militante de movimientos sociales desde mi adolescencia. Y sigo siendo militante, aunque ahora sea portavoz y parlamentario. Igual mañana me toca limpiar la sede u organizar la asamblea. Y lo haré encantado porque creo que hay que desmitificar los cargos institucionales, porque algún día se acaban.

- ¿Entonces no se ve siempre trabajando en la política?

- Yo no me voy a jubilar en política. Mi oficio es ser profesor. 

- ¿Cómo se están repartiendo las funciones en Adelante Andalucía entre Teresa Rodríguez y usted? ¿Quién manda?

- La Tere siempre manda más que nadie (ríe). Es broma. En Adelante Andalucía no entendemos esa idea de quién es el 'número 1' o el 'número 2'. Somos un equipo y funcionamos muy en clave de cooperativa. Igual que funciona la vida real.

- Supongo que tras haber dado un paso adelante recibirá ahora más críticas y leerá algún que otro comentario desafortunado en contra suya. ¿Se ha arrepentido alguna vez de la decisión tomada?

- La política institucional y mediática hace que te salgan más canas y duermas peor, desde luego. Pero aquí ninguno es un héroe. Hay gente que trabaja 20 horas al día en un chiringuito y cobrando un tercio de lo que cobramos nosotros.

- Entiendo que a usted no le veremos en redes sociales diciendo 'saco de mierda' a alguien...

- A mí me da cosa ver a ministros llamando 'saco de mierda' a un tipo, aunque posiblemente lo sea. Pero, fíjese, nunca he visto al ministro de Transportes diciendo eso a Ryanair. O a Acerinox, que es una empresa con miles de beneficios al año pero que ha tenido a sus trabajadores durante cuatro meses en huelga. La mano dura es para una gente y la blandita para otra. Así que lo mejor es no llamar saco de mierda a nadie y no entrar en peleas de Twitter que no llevan a nada. 

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Licenciado en periodismo por la Universidad Carlos III. Actualmente, es redactor de política en El Huffington Post, tras nueve años como coordinador en ABC, cuatro como director digital en el grupo COPE y seis meses en Mediaset. Puedes contactar con él en javier.escartin@huffpost.es