El Gobierno confirma que intentará la reforma de la Ley de Secretos Oficiales
El ministro de Justicia, Félix Bolaños, recuerda que "es una ley que data de 1968 y es preconstitucional" y que debe ser cambiada, en el marco de la presentación del nuevo plan de acción y regeneración democrática.
"Es una ley que data de 1968 y es preconstitucional". Con estas palabras, el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha vuelto a poner el foco en un viejo asunto pendiente del Gobierno de coalición progresista y que ha encontrado en la puesta de largo del plan de regeneración democrática un pedestal adecuado para el anuncio -o confirmación-. Habrá reforma de la Ley de Secretos Oficiales.
"Quiero hacer mención a otro compromiso que este plan de acción por la democracia recoge y es que vamos a reformar la Ley de Secretos Oficiales", ha asegurado el titular de Justicia, de una norma que ya arrastra años de intentos de cambio en el Congreso -con especial implicación del Partido Nacionalista Vasco como promotor de su reforma- y que llevó al Ejecutivo incluso a presentar su propio anteproyecto de ley, al calor del episodio de espionaje del 'caso Pegasus'.
De hecho, Bolaños ha hecho alusión a que "en el Gobierno anterior [el pasado mandato] ya aprobamos un primer borrador" y que cree que "está ley ha de modificarse, tenemos que establecer una regulación que sea compatible, conforme a los países democráticos de nuestro entorno, con los mejores estándares europeos".
Bolaños: "El Gobierno va a hacer todo lo que esté en su mano para aprobar estas reformas legislativas"
Preguntado por la prensa sobre ese infructuoso resultado que han tenido de momento los cinco intentos de cambiar la ley en el hemiciclo y sobre los eventuales apoyos parlamentarios que tendría el Gobierno para hacerlo ahora, Bolaños ha sido claro. Primero ha recordado que "hay muchos proyectos de ley que en la legislatura anterior se llevaron a cabo en primera lectura pero que no llegaron a cabo en las Cortes".
Independientemente de ellos, el ministro de Justicia se ha mostrado optimista en "conseguir esas mayorías necesarias para impulsar la agenda legislativa es una seña de identidad del Gobierno" y ha presentado avales. "Creo que la realidad acredita que algún éxito hemos tenido", ha esgrimido para rememorar que "aprobamos más de 200 leyes en un parlamento fragmentado. Desde luego, el Gobierno va a hacer todo lo que esté en su mano para [sacar adelante] esas reformas legislativas".
¿Qué texto se presentará?, ¿cuáles serán los plazos de desclasificación?
Aunque Bolaños no ha concretado si el texto que quieren aprobar es el mismo que fue presentado anteriormente, sí ha aludido expresamente a que "habrá que trabajar ese texto [el plan en global] con los grupos parlamentarios". Pero sí ha dejado una afirmación al respecto, al referirse a que "hay un texto no ya avanzado, un texto que se presentó en esta misma sala, en Consejo de Ministros, que aprobamos en primera vuelta en la legislatura anterior y que yo tuve el honor de presentar como ministro de Presidencia".
"Es un texto de trabajo, sin duda, que merece la mejora, sin duda que se podrá facilitar o se podrá mejorar alguno de sus aspectos, pero creo que es una base sólida para empezara trabajar en esta reforma", ha añadido a renglón seguido. Con toda probabilidad, y sin obviar el toque de atención de unos jeltzales votando con el PP reconocer a Edmundo González presidente electo de Venezuela, el lograr una mayoría para aprobar esta reforma supondrá llamar a la puerta del PNV -y del resto de socios habituales de la investidura-. Lo contrario obligaría a buscar una norma de consenso con el Partido Popular.
En este sentido, la clave de la postura de los nacionalistas vascos siempre ha pivotado en torno a los plazos de desclasificación automática, que en su propuesta se establecía en 25 años prorrogables excepcionalmente por otros diez para materias secretas, así como de diez años improrrogables para las materias reservadas. Por lo contrario, la propuesta del Gobierno en 2022 pasaba por una desclasificación a los 50 años, ampliables a 65.