El caos ferroviario en Madrid: coger el tren en Atocha o Chamartín, un 'deporte' a merced de averías

Coger un tren en alguna de las estaciones madrileñas, destino y origen de muchas de las conexiones ferroviarias que vertebran España, se ha convertido en un 'deporte de riesgo' a merced de las averías, incidencias o problemas derivados de las obras de adaptación de las vías a la llegada de más líneas de alta velocidad a la capital española. Una cuestión que este fin semana, después de 15.000 viajeros afectados y una treintena de cancelaciones,  ha sumado un nuevo episodio de caos, reclamaciones y protestas de los usuarios.

Pero empecemos por lo que más le puede interesar a aquellos viajeros que este lunes por la mañana tengan que ir a la estación madrileña de Atocha o Chamartín a coger un tren, porque tanto el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), como el Ministerio de Transporte y Renfe han garantizado, en un comunicado conjunto, que a lo largo de esta mañana se recuperará la circulación con normalidad. Tanto en la red de Cercanías como en las líneas de alta velocidad entre Madrid y la Comunidad Valenciana y Murcia, ya que está previsto que los problemas surgidos por un descarrilamiento el pasado sábado.

Los trabajos para reparar los elementos de la vía dañados han logrado que reúna todas las condiciones de seguridad para que las operadoras ferroviarias puedan usar el túnel entre Atocha y Chamartín, recuperando sus viajes con origen y destino a Chamartín. Renfe ha cifrado en 22 los trenes cancelados; Ouigo ha señalado que tenía cancelaciones en aproximadamente el 50 % de sus servicios. Por su parte, Iryo ha informado del traslado en autobús de sus pasajeros entre Madrid y Alicante, mientras que para los que viajen a o desde Valencia seguirán viajando en tren, pero desde Atocha.

Las incidencias de tren que originaron al caos en Madrid

La última incidencia de la red ferroviaria madrileña se suma desde fin de semana a todas las que desde agosto han afectado a las principales estaciones de tren de la capital, las de Atocha y Chamartín-Clara Campoamor, donde los problemas han sometido a un estrés continuo y puesto al borde del colapso el sistema ferroviario nacional. El ministro de Transportes, Óscar Puente, apuntaba desde Lugo -ciudad a la que se había desplazado para recibir una "V" con motivo del Día del Vecino- que habría que investigar las causas de un accidente "nada normal" que han dejado el vagón de un tren en el túnel clave para el transporte en alta velocidad en España. 

Una de las incidencias más graves tuvo lugar el 20 de agosto de este año, también en la estación de Atocha, cuando una avería en la catenaria dejó sin tensión a todas las vías, lo que obligó a parar por completo la circulación de trenes de Cercanías y Media Distancia. Varios de los convoyes quedaron inmovilizados en medio de las vías, afectando otra vez a miles de pasajeros. Aunque el servicio se recuperó progresivamente, las quejas de los usuarios por falta de comunicación y la demora en la solución no se hicieron esperar.

Meses antes, en marzo, la estación de Atocha también fue  escenario de otro incidente significativo. En unas obras nocturnas, la perforación de un pilote dañó varios cables, lo que afectó al funcionamiento de las líneas C3, C4 y C5 de Cercanías. En aquel momento, los retrasos se elevaron a una hora y muchos de los usuarios se vieron obligados a buscar alternativas de transporte ante la falta de trenes.

Por otro lado, la estación de Chamartín-Clara Campoamor también ha sufrido serios y graves problemas de puntualidad y circulación. La combinación de la alta demanda por la línea de alta velocidad a Galicia y Asturias, así como las obras de ampliación han derivado en momentos críticos en los que la parada madrileña se vio desbordada.

El más grave ocurrió el 20 de agosto, cuando un tren Avlo que circulaba entre Villarrubia y Valdemoro, sufrió un fallo técnico que lo dejó parado en la vía y provocó un efecto dominó que acabó afectado a la circulación de los AVEs entre Madrid y la Comunidad Valenciana y Murcia, con retrasos de hasta 50 minutos en varios servicios.

"Hay que investigar las causas"

"Hay que investigar las causas de ese accidente. Desde luego, es algo que no es nada normal. Que un tren que va remolcándose a talleres se desprenda, como parece que se desprendió, del tren que lo remolcaba y acabe contra una pared de un túnel, es algo verdaderamente grave", señalaba Óscar Puente, que el domingo avanzaba la posibilidad  de los problemas de este fin de semana se arreglasen "antes de lo que estaba previsto".

Así, el ministro ha explicado que este sábado sucedieron "dos cosas diferentes y ambas muy graves". En primer lugar, el descarrilamiento del tren y "a las dos horas y pico de producirse esa incidencia, una persona amenazó con lanzarse a las vías y por orden de la fuerza pública se tuvo que cortar la tensión de la catenaria en todas las vías de Atocha durante más de dos horas", indicaba el ministro a los medios.

El Partido Popular pedirá su comparecencia urgente en el Senado para que informe sobre los "graves y continuos incidentes" que se viven en la red ferroviaria nacional, después de la cancelación de decenas de trenes este fin de semana. "Cuando un ministro de Transportes utiliza una mano para tapar la corrupción y la otra para insultar en redes sociales, el resultado es que los servicios ferroviarios no funcionan como es debido y queda en evidencia su incapacidad para atajar el problema. El Gobierno ha descarrilado y está en vía muerta", ha afirmado en 'X' la portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Senado, Alicia García, tras conocerse que solicitarían explicaciones.