Consumo se sumará al sistema de verificación de la AEPD para evitar el acceso de los menores al juego online

Consumo se sumará al sistema de verificación de la AEPD para evitar el acceso de los menores al juego online

La secretaria de Consumo y Juego, Bibiana Medialdea, ha explicado en una entrevista en 'Europa Press' que es una línea de trabajo prioritaria de su departamento para esta legislatura.

Un niño con un teléfono móvil.VX:cyy9828cyy

El Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 se sumará al sistema de verificación de edad en el que está trabajando la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), junto a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, para evitar el acceso de menores a la pornografía y contenido violento, pero en su caso para impedir su acceso a los juegos de azar y apuestas a través de Internet, y a las loot boxes o cajas botín de algunos videojuegos.

Así lo explica la secretaria de Consumo y Juego, Bibiana Medialdea, en una entrevista concedida a Europa Press, en la que recalca que la protección de los menores, como consumidores vulnerables que son, es una línea de trabajo prioritaria de su departamento para esta legislatura.

En este escenario, Bibiana Medialdea asegura que "todo lo que tenga que ver" con acceso menores al juego, que es ilegal, les "preocupa". Sin embargo, la secretaria de Consumo y Juego explica que los datos que manejan relativos a su consumo de juegos de azar y apuestas a través de Internet "está bastante controlado, pero siempre se podría mejorar". "Seguramente, con estos dispositivos que está preparando la Agencia Española de Protección de Datos, nos sumemos porque si nos va a permitir mejorar más y esos resquicios que nos quedan cerrarlos, nos vamos a sumar para hacerlo", asegura.

No obstante, la secretaria general puntualiza que la preocupación de su departamento tiene más que ver con "algunos nichos" que se han quedado en un vacío legal, "fuera de la regulación", como son las denominadas 'loot boxes' o cajas botín de algunos videojuegos a los que los menores pueden acceder sin cortapisas porque no están categorizadas como juegos de azar, a pesar de que cumplen los requisitos para serlo.

"Te cuestan dinero, son aleatorios y te dan una recompensa, es decir, tienen todos los mecanismos de funcionamiento que un juego de azar", alerta Bibiana Medialdea, que los asemeja al "licor en los bombones", que pasa desapercibido y "la ley no les está afectando". Así, la secretaria general ha recuperado el proyecto del exministro de Consumo, Alberto Garzón, para regular las cajas botín y ya trabaja para relanzarlo e incluir un "control de edad" que tendrá que garantizar que ese juego no sea accesible para menores de edad.

Etiquetado Braille

En línea con la protección de los consumidores vulnerables, Medialdea destaca que ya están trabajando en un real decreto por el que se regula el etiquetado en alfabeto Braille y otros formatos para garantizar la accesibilidad universal a bienes y productos de consumo de especial relevancia, así como en otro que actualiza el sistema arbitral, "un medio alternativo, gratuito, muy rápido y muy ágil para todas aquellas personas que cuando tienen un problema y la única opción es ir a juicio".

El Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 ha iniciado ya la tramitación de una Ley de Consumo Sostenible con la apertura de una consulta pública previa para sacar adelante esta nueva norma, que busca luchar contra el ecoblanqueo o greenwashing y prevé incluir el derecho a reparar como principio básico.

"Los objetivos de la norma son actualizar y poner a funcionar ya plenamente en España principios de consumo sostenible que todavía no teníamos", sostiene la secretaria general, que apunta que, próximamente, llegará "un paquete de normativa verde de Europa importante" y Consumo quiere "ir avanzando camino", consciente de que muchas medidas suponen un esfuerzo para las compañías. "Cuanto antes empecemos y las empresas puedan ir adaptándose, mejor todavía", subraya.

Titania
Titania
Santander

La nueva norma debe cumplir diversos objetivos, entre ellos, luchar contra el ecoblanqueo o greenwashing, es decir, aquellas técnicas de comunicación engañosas o alegaciones medioambientales que no tienen respaldo científico y que son usadas por parte de algunas empresas para publicitar sus marcas como sostenibles cuando en realidad no lo son.