Cinco año de bloqueo del Poder Judicial: ¿por qué el PP dificulta su renovación?
Los populares temen perder la mayoría conservadora y abogan por que los jueces elijan a sus propios representantes. El PSOE cree que esta fórmula dejaría con escasa cuota a los progresistas.
Cinco años de parálisis sin solución a la vista. El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), cumplirá este lunes, 4 de diciembre, 1826 días con el mandato caducado, una anomalía democrática que PP y PSOE son incapaces de resolver. La falta de entendimiento entre ambas fuerzas políticas ha derivado en una crisis sin precedentes en el órgano de gobierno de los jueces y el nuevo mapa de poder derivado del 23-J no parece ayudar a su resolución.
En 2018, después de cinco años de trabajo y de acuerdo con lo que dispone la Constitución Española, los miembros del CGPJ ya debían haber sido renovados. Este órgano tiene como principales competencias velar por la garantía de la independencia de los jueces y magistrados frente a los demás poderes del Estado y elegir a los miembros del Tribunal Constitucional, del Supremo, de la Audiencia Nacional, de los Tribunales Superiores de Justicia y de las Audiencias Provinciales.
La ley establece que el CGPJ lo componen veinte vocales -doce jueces y ocho juristas- y todos son elegidos por mayoría de tres quintos del Parlamento, diez por el Congreso y diez por el Senado. Es decir, en el Congreso son necesarios al menos 210 votos a favor. Una suma que, hoy en día, sólo es posible con el acuerdo de PP y PSOE.
Desde que se reformó la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) en 1985, que establece el modelo actual de elección, ha habido seis renovaciones del CGPJ. Algunas de ellas, también problemáticas. En 1995, Aznar bloqueó la renovación del órgano desde la oposición y solo accedió a renovarlo cuando ya llegó a la Presidencia del Gobierno. En 2006, con Zapatero gobernando, el socialista tuvo que negociar durante dos años con Rajoy hasta la nueva conformación del CGPJ.
En cambio, cuando ha sido el PP quien ha gobernado en el momento de la renovación (2001 y 2013), los pactos con el PSOE han sido mucho más rápidos. Circunstancias que sirven a los socialistas para demostrar que los cambios en el CGPJ se han hecho de manera "más ágil" cuando su partido ha estado en la oposición. O lo que es lo mismo: denuncian que el PP tiende a bloquear la renovación del Poder Judicial cuando no está en el poder.
A los populares nunca les ha gustado la reforma implementada en 1985 para su conformación. Unos 55 diputados pusieron un recurso de inconstitucionalidad contra ella, pero el TC lo desestimó. En la campaña de 2011, Mariano Rajoy contempló en su programa promover “una reforma del sistema de elección del CGPJ para que, conforme a la Constitución, doce de sus veinte miembros sean elegidos entre y por jueces y magistrados de todas las categorías”. Pese a ganar con mayoría absoluta, no cumplió con su promesa cuando en 2013 llevó a cabo una reforma de la norma.
¿Por qué, en esta ocasión, el PP se niega a negociar con el PSOE la renovación del CGPJ? El expresidente de los populares, Pablo Casado, ya abogó durante su etapa como líder por cambiar la ley en favor de la independencia judicial para que sean los jueces, y no el Parlamento, quienes elijan directamente a sus miembros.
La propuesta, que también apoya ahora Feijóo, ha sido bien recibida en Bruselas, pero el PSOE sólo se abre a negociarla una vez se renueve el CGPJ con la normativa vigente. Además, los socialistas recuerdan que, en el sistema actual de elección, son las Cámaras legislativas las que designan a los 20 miembros del gobierno de los jueces, pero 12 de esos miembros son elegidos de entre los nombres propuestos por los propios jueces. Es decir, el 'dedazo' directo de los partidos políticos queda, en su mayoría, circunscrito a la lista de candidatos que ofrece el propio Poder Judicial.
El PSOE considera que el PP no quiere renovar el CGPJ para mantener a toda costa su actual mayoría conservadora del órgano. El pleno, que debería componerse de 20 profesionales, ha ido menguando en los últimos meses a golpe de renuncias y jubilaciones. Actualmente, son 16 sus miembros y la mayoría conservadora gana en cuestiones como la declaración en contra de la amnistía (presentada antes de la propia tramitación de la ley en el Congreso) o el reciente rechazo al nombramiento de Álvaro García Ortiz como fiscal general del Estado, la primera vez que ocurre en democracia. Cabe recordar que diez de esos 16 consejeros fueron propuestos por el PP durante el gobierno de Mariano Rajoy.
Pese a la sinrazón del PP, el Gobierno parecer haber descartado la propuesta de modificar los tres quintos necesarios para la elección de los vocales a una mayoría absoluta, por lo que se pasaría de necesitar 210 votos a 176. Dicha fórmula fue descartada en 2020 ante un aviso de las instituciones europeas sobre la injerencia política en el poder judicial que supondría esta modificación.
En su reunión de esta semana con la vicepresidenta europea Vera Jourova y el comisario de Justicia Didier Reynders, Bolaños se comprometió a no rebajar las mayorías para renovar el CGPJ, pero también se mostró contrario a que los jueces elijan a sus representantes al considerar que se trata de un modelo gremial que dejaría con escasa cuota en el órgano a perfiles progresistas. Es decir, este método de elección prácticamente aseguraría una mayoría conservadora independientemente del color político que tenga el Gobierno.
En este contexto, Sánchez no está dispuesto a asumir una nueva legislatura sin renovar el CGPJ y se ha propuesto forzarlo cuanto antes. Según señaló este jueves en una entrevista en RTVE, este asunto es medular para definir "el futuro entendimiento entre PSOE y el PP". Ambos partidos estuvieron cerca del acuerdo en octubre de 2022, pero Feijóo se levantó en el último momento de la mesa por la modificación del Código Penal que Sánchez llevó a cabo para eliminar la sedición y rebajar el delito de malversación.
El presidente actual del CGPJ, Vicente Guilarte, se ha ofrecido para mediar entre socialistas y populares de cara a intentar renovar el poder judicial antes de que acabe el año. Pero en plena inflamación política por la amnistía, un acuerdo de PP y PSOE en materia judicial parece hoy, ciertamente, una mera película de ciencia ficción.