Begoña Gómez se acoge a su derecho a no declarar ante el juez
La mujer del presidente del Gobierno, vestida con un traje negro, ha accedido a los juzgados acompañada de otras cuatro personas.
La callada por respuesta. Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha decidido no declarar este viernes ante el juez en su comparecencia como investigada por presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios en relación a varias adjudicaciones públicas al empresario Juan Carlos Barrabés.
Fuentes jurídicas han informado de que Gómez se ha acogido a su derecho a guardar silencio en calidad de investigada ante el magistrado Juan Carlos Peinado, titular del Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid.
El exministro socialista Antonio Camacho, a cargo de la defensa de la esposa del presidente, ha asegurado que Begoña Gómez no ha declarado porque considera que no se dan las garantías. "Mi representada no ha declarado no porque tenga nada que esconder, sino porque esta defensa le ha recomendado que no se hiciera esta declaración", ha dicho en declaraciones a los medios de comunicación a la salida de los Juzgados de Plaza de Castilla.
Camacho ha insistido en que ve necesario que el juez instructor limite la investigación que sigue contra Gómez por presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
Protestas frente a los juzgados
Es la segunda vez que la mujer del presidente del Gobierno acude al juzgado. En la primera, el pasado 5 de julio, el juez acordó posponer hasta este viernes su comparecencia tras alegar la defensa de Gómez que no conocía los extremos de la querella que presentó contra ella la asociación ultracatólica Hazte Oír, y que se une a la denuncia que ya formuló el autodenominado sindicato Manos Limpias, que dio pie a esta causa.
De nuevo, la citación judicial de Gómez ha estado rodeada de una gran expectación mediática, con decenas de periodistas apostados desde primera hora de la mañana frente a la entrada al garaje, en una zona habilitada por la Policía, y con un fuerte dispositivo de seguridad.
Y otra vez más, al otro lado de la plaza, se ha congregado un grupo de unas treinta personas, pertenecientes a la asociación Hazteoír, con banderas de España y carteles "por la libertad de prensa".
Esta misma semana el juez ha tomado declaración como testigo al empresario sobre el que pivota la causa, Juan Carlos Barrabés, adjudicatario de varios contratos públicos que se están investigando y que la Guardia Civil dijo en un informe reciente que se tramitaron "con normalidad".
Barrabés, profesor del máster de la cátedra que codirigía Gómez en la Universidad Complutense de Madrid y a quien las acusaciones pidieron imputar, declaró, según estas, que se reunió varias veces con ella en La Moncloa y que en dos de esas citas estuvo presente el jefe del Ejecutivo.
La segunda comparecencia de Gómez, que ha durado apenas unos minutos, ha estado rodeada de una intensa expectación mediática, como ya ocurrió la última vez, con un fuerte dispositivo policial y decenas de medios apostados en una zona habilitada frente al edificio judicial. Gómez, vestida con un traje negro, ha accedido a los juzgados acompañada de otras cuatro personas.
En unas horas, a las 13.00, están citados como testigos el actual vicerrector de Relaciones Institucionales de la Universidad Complutense de Madrid, José María Coello, y a su predecesor en el puesto, Juan Carlos Doadrio.