Por favor, habilita JavaScript para ver los comentarios de Disqus.
La NASA descubre extrañas luces en el Ártico y al mirar revela lo que trama Rusia en una zona más grande que California

La NASA descubre extrañas luces en el Ártico y al mirar revela lo que trama Rusia en una zona más grande que California

El calentamiento del Polo Norte facilita el uso del suelo y Moscú está dedicándose de lleno a la extracción de petróleo y gas y a las operaciones mineras.

Plataforma de perforación para pozos de petróleo y gas en el Ártico, en una imagen de archivo.Getty Images

El Ártico, que una vez ha estado caracterizado por su clima gélido e inhóspito y sus largas noches de invierno, ahora está experimentando transformaciones dramáticas, a medida que la región se calienta casi cuatro veces más rápido que el promedio mundial. Uno de los ejemplos más claros de cambio climático en el planeta. 

Este rápido calentamiento ha estimulado una mayor actividad y desarrollo industrial, cambios que ahora se pueden ver con sorprendente detalle gracias a las observaciones satelitales nocturnas. Y que enfrentan a las naciones más próximas, claro. 

Ahora, un equipo internacional de investigadores, aprovechando datos del Programa de Satélites Meteorológicos de Defensa de Estados Unidos, ha descubierto que la iluminación artificial en el Ártico aumentó un 5% anual entre 1992 y 2013. Durante este período de 21 años, 62.000 kilómetros cuadrados del paisaje del Ártico pasaron de oscuro a iluminado, informa Newsweek.

"Sólo el 15% de las áreas iluminadas del Ártico durante el período de estudio contenían asentamientos humanos como casas o edificios de apartamentos, lo que nos indica que la mayor parte de la luz artificial se debe a actividades industriales más que al desarrollo urbano o residencial", dijo en un comunicado Zhuosen Wang, miembro del equipo de investigación y científico del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA. Los principales impulsores de esta iluminación incluyen la extracción de petróleo y gas y las operaciones mineras.

El estudio encontró marcados contrastes en el Ártico. El Ártico ruso experimentó el mayor crecimiento de la luz artificial, con áreas iluminadas que se expandieron en casi 440.000 kilómetros cuadrados, un área más grande que la superficie de California. Regiones como Khanty-Mansi y Yamal-Nenets lideraron este aumento, impulsadas por expansiones de yacimientos petrolíferos, como Samotlor, uno de los más grandes del mundo.

En 2013, las zonas de extracción de petróleo y gas en el Ártico ruso (incluidas Khanty-Mansi, Yamal-Nenets y Nenets) abarcaban una superficie iluminada de 339.000 kilómetros cuadrados, casi el tamaño de Alemania.

Las industrias extractivas mostraron patrones tanto de crecimiento como de regresión. Wang señala: "Las industrias extractivas siguen fases de ciclo de vida de expansión y contracción, por lo que vemos reducciones en la iluminación artificial en algunos lugares que dependen del petróleo, el gas o la minería, sin asentamientos humanos significativos ni diversificación económica".

El Ártico europeo representó un total de 157.000 kilómetros cuadrados de área iluminada, superando significativamente los 49.000 observados en el Ártico norteamericano.

Entre los sitios industriales notables, el equipo de investigación identificó operaciones clave de extracción de minerales, incluida la remota mina Red Dog de Alaska, que fue reconocida como el segundo mayor productor de zinc del mundo en 2018.

Si bien los datos del Programa de Satélites Meteorológicos de Defensa proporcionaron la base para este análisis, el equipo Black Marble de la NASA, dirigido por Wang, está trabajando con datos más nuevos y de mayor resolución del instrumento Visible Infrared Imaging Radiometer Suite a bordo de los satélites NASA-NOAA. Pueden detectar fuentes de luz más tenues, el equipo enfrenta desafíos como filtrar la luz natural de las auroras y la nieve iluminada por la luna.

"Al proporcionar información de alta resolución y en tiempo real, podremos identificar mejor los cambios en la actividad industrial", dijo Miguel Román, subdirector de atmósferas en Goddard, en un comunicado.

Añadió que "estos análisis pueden ayudar a garantizar una gestión responsable de los recursos y proteger los ecosistemas vitales para la estabilidad local y global".