Cataluña sale de la emergencia por sequía y alivia las restricciones tras las últimas lluvias
La Generalitat decreta el fin de la fase más grave del plan especial. Con todo, el proyecto de las desaladoras portátiles en el puerto de Barcelona sigue adelante.
Las últimas lluvias registradas en buena parte del país han supuesto el fin del estado de emergencia por sequía en Cataluña, una de las comunidades que acusa los efectos más duros de la falta prolongada de precipitaciones en los últimos años.
Después de tres meses en el estadio más grave que contempla el plan especial, la Generalitat ha aliviado las restricciones al consumo de agua este martes. Una medida que se ha tomado después de que los niveles de reservas en los embalses del sistema Ter Llobregat alcanzase el 25%.
En este sentido, las reservas en este sistema, del que se nutren unos 6 millones de catalanes y que engloban a 202 municipios del área metropolitana de Barcelona y Girona, superan ya los 150 hectómetros cúbicos. La entrada en el estado de emergencia fue decretada con un indicador de 100 hectómetros cúbicos y se estaba esperando a que se consolidase ese porcentaje para evitar entradas y salidas constantes en dicho estado, cerca de 165 hectómetros cúbicos.
A cinco días de la cita con las urnas
Precisamente, el president Pere Aragonès ya había adelantado esta mañana en una entrevista con la Cadena SER que las reservas de agua han alcanzado el nivel de hace un año, y que "si hay la posibilidad de relajar las restricciones, debemos hacerlo". Finalmente, se ha tomado la decisión en un momento especialmente significativo, puesto que se levantan estas restricciones a falta de 5 días para la celebración de las elecciones catalanas del 12-M.
Con todo, no se prevén cambios en el plan del Govern para instalar desaladoras flotantes en el puerto de Barcelona -la alternativa escogida a su vez para evitar que haya que llevar agua en barco desde Sagunto-. Por otra parte, los ayuntamiento del Alt Empordà, que se rigen por los niveles del embalse de Darnius-Boadella -actualmente en fase de Emergencia II- todavía deberán esperar para ver una flexibilización de las restricciones.
"Dijimos que cuando pudiéramos salir de la emergencia, saldríamos", ha celebrado la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, al término de la reunión de la Comisión Interdepartamental de Sequía. Por su parte, el consejero de Acción Climática, David Mascort, ha descartado la necesidad de un eventual trasvase del Ebro asegurando que "hemos avanzado en las infraestructuras para que Cataluña esté preparada ante futuros episodios de sequía".
¿Qué cambia con este nuevo escenario? Fundamentalmente, el grueso de restricciones impuestas al consumo de agua afectaba al sector primario -riego agrícola y agua para ganadería limitados en un 80 y 50%, respectivamente-, pero también se habían estrenado prohibiciones para el ámbito turístico con un tope diario de consumo de agua.
En el caso del ciudadano de a pie, la más destacada de las restricciones pasaba por la imposibilidad del llenado de piscinas -a no ser que fuesen inscritas en un registro como 'refugios climáticos' compartidos, por ejemplo, la piscina de una comunidad de vecinos-.