Viviendas, derechas y derechos
"No hay nada peor que utilizar el miedo de una persona o de una familia a no poder tener o mantener algo tan relevante para todas y para todos como lo es una vivienda digna".
En la vida parlamentaria, al menos en la actualidad, pocas situaciones son más previsibles que escuchar a las derechas hablando de políticas de vivienda.
Esta semana, hemos celebrado una nueva sesión de la Comisión de Vivienda y Agenda Urbana del Congreso de los Diputados, de la que tengo el honor de formar parte. La sesión, dedicada a debatir las diferentes proposiciones no de ley propuestas por los grupos parlamentarios, se ha convertido de nuevo en un día de la marmota poco fructífero en el que las derechas han mantenido la estrategia de siempre: usar bulos para meter miedo. Y no hay nada peor que utilizar el miedo de una persona o de una familia a no poder tener o mantener algo tan relevante para todas y para todos como lo es una vivienda digna. Aunque, desde el punto de vista material, pocas cosas más importantes que esa debe haber en la vida, no parece que a la derecha eso le preocupe mucho. Se llenan la boca hablando de los problemas de acceso a la vivienda o de los allanamientos de morada, sin importarles lo más mínimo ni los datos ni por supuesto las personas. Porque, si les importaran los datos, usarían los que son reales, y porque, si les importaran las personas, no las asustarían por el mero hecho de erosionar a un gobierno que no les gusta.
En la colección de bulos derechosos en materia de vivienda no faltan por supuesto los que tienen que ver con los “okupas”, confundiendo usurpaciones con allanamientos de morada de forma deliberada y utilizando números que no se corresponden con la realidad. El propio CGPJ constata en sus informes, con datos, que las ocupaciones están bajando, pero en la derecha no tienen ningún problema, ni escrúpulo, en afirmar lo contrario. Piden más recursos, obviando que los gobiernos de Pedro Sánchez han multiplicado por 8 el dinero público invertido en políticas de vivienda respecto las últimas cuentas de un gobierno del PP. Tampoco falta en su falaz discurso la solicitud de más vivienda pública, cosa que ya se está haciendo, aunque no con el mismo objetivo: los socialistas las construimos para la gente; ellos quieren que las construyamos para luego venderlas, o regalarlas, a fondos buitre.
En definitiva, la derecha tendría que hacer una reflexión y apostar por la valentía. Dejarse de historias y bulos y reconocer, sin complejos, a quienes defienden y para quienes trabajan. Ellos, para los especuladores, fondos buitre y grandes tenedores. Nosotros, para la mayoría social de este país.