Año 50 d.F.
Si el pueblo que no recuerda su historia está condenado a repetirla, el pueblo que sólo se dedica a recordarla está condenado a seguir viviéndola.
Aunque durante esta semana que termina ya se adelantaron algunos de los actos que tendrán lugar a lo largo de 2025 para recordar el quincuagésimo aniversario de la muerte del dictador, será en esta semana que empieza cuando Pedro Sánchez realice el anuncio más importante a este respecto: el calendario gregoriano actual, que lleva vigente en España desde 1582, será sustituido a partir del próximo 1 de enero por un nuevo calendario, que tomará como año cero el año del fallecimiento de Francisco Franco. En efecto, la renovación y el renacimiento total que supuso para nuestro país la llegada de la libertad, de Europa, de las autonomías y de la prosperidad, supuso un hito histórico de tal relevancia que bien merece dar lugar a un nuevo calendario para todos los españoles y todas las españolas.
El 31 de diciembre de 2024 dará paso al 1 de enero del 50 después de Franco. Esto supondrá recalcular toda la historia reciente. La Constitución del 78 pasará a llamarse la Constitución del 3. Felipe González llegó al poder en el año 7 d.F. Las olimpiadas de Barcelona tuvieron lugar en el año 17 d.F. Los atentados de las Torres Gemelas nos conmocionaron en el año 26 d.F. Habrá que corregir los libros de texto para señalar que Pedro Sánchez llegó al poder en el 33. Y también la historia pasada deberá adaptarse a la nueva datación. Elcano completó la primera vuelta al planeta en el año 453 antes de Franco. La toma de Constantinopla por los otomanos cambió la faz del mundo en el 522 a.F. Aunque la fecha exacta aún es objeto de controversias, Jesús de Nazaret vino al mundo alrededor del 1975 a.F.
(Paréntesis: dijo Samuel Johnson que el patriotismo es el último refugio de los canallas. Es una afirmación que perfectamente puede aplicarse al dictador Francisco Franco, lo que no es incompatible con la afirmación de que el antifranquismo es el último refugio de los presidentes sobre los que se están derrumbando legislaturas esperpénticas. El dictador falleció hace ya más años de los que duró el propio régimen que mantuvo sobre la fuerza de las armas, por lo que tomarlo como el icono contra el cual un dirigente actual construye su identidad más parece un recurso para ganarse la simpatía de gente demasiado simbólica que la respuesta a un problema real que estemos viviendo. Simbólicos eran los perros de Pavlov, y, en general, simbólicas se vuelven las personas que no piensan sino reaccionan.)
El antiguo calendario gregoriano, que rige en buena parte del mundo, se creó en nuestro país. El Gobierno confía en que el nuevo calendario sancheziano pueda también extenderse internacionalmente. No son tan diferentes: aquel celebra el nacimiento de un dios, este lo hace con la muerte de un diablo. Si el pueblo que no recuerda su historia está condenado a repetirla, el pueblo que sólo se dedica a recordarla está condenado a seguir viviéndola. Mientras quede un franquista en nuestra sociedad es deseable que la fecha le recuerde que aquel régimen ya no existe, y una vez que no quede ningún franquista será deseable que la fecha nos recuerde a todos que aquel régimen existió. Sólo faltan dos semanas para que las familias se reúnan con las uvas en la mano y griten con alegría “¡feliz 50!”.
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