No es país para machistas
En realidad, ideología de género es negar a las asesinadas (1.238 desde 2003). Ideología de género es negar que en nuestro país se produce un asesinato por violencia de género cada seis días, mientras se sigue hablando de ETA.
Estos últimos días hemos podido ver como VOX (¡oh, sorpresa!) ha pedido a sus cargos institucionales que boicoteen los actos oficiales del Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres. El motivo, según la formación de ultraderecha, es que estas acciones "asumen la ideología de género".
Una vez más la extrema derecha pervierte el lenguaje, violentando el significado de las palabras, apropiándose del marco mental para acusar a sus adversarios, en este caso al feminismo, de lo que ellos practican.
En realidad, la única ideología de género existente es la patriarcal, ya que el género es la construcción cultural y social que justifica la jerarquía existente entre los sexos, es decir, la supremacía de los hombres sobre las mujeres. Y la violencia es el instrumento que utilizan los machistas para perpetuarse en el poder.
En realidad, ideología de género es negar a las asesinadas (1.238 desde 2003, año en el que se empezaron a contabilizar a las víctimas por violencia de género); ideología de género es negar que en nuestro país se produce un asesinato por violencia de género cada seis días, mientras se sigue hablando de la banda terrorista ETA, que abandonó las armas en 2011; ideología de género es, también, negar que en nuestro país se produce una agresión sexual cada cuatro horas y que todavía hoy sólo denuncian el 8% de las víctimas por miedo a no ser creídas, a ser cuestionadas, a ser culpabilizadas, ¿por quién? Por la ideología de género imperante, la machista. La ideología que defienden PP y VOX en sus pactos de la vergüenza.
Y es que cuestionar la violencia que sufren en nuestro país más de 600.000 mujeres por el simple hecho de ser mujeres es volver al marco mental anterior al asesinato de Ana Orantes, cuando se permitía que los maltratadores rociaran a “sus mujeres” con gasolina y les prendieran fuego porque “algo habrían hecho”; cuestionar la violencia machista es identificar a las ministras socialistas con muñecas hinchables en la puerta de Ferraz; y cuestionar la violencia de género es que maltratadores como Carlos Flores ocupen un escaño en el Congreso de los Diputados. ¿Se imagina el o la lectora que en lugar de un condenado por violencia de género se tratase de un condenado por terrorismo?
Todos estos cuestionamientos que son uno en sí mismo, son ideología de género. Las manifestaciones de estos días en la sede de Ferraz nos han mostrado que el machismo es al fascismo, lo que el feminismo a la democracia. Por eso, frente a su machismo, frente a su fascismo, siempre estaremos la mayoría. Las mujeres y hombres que creemos firmemente en la igualdad como la única forma de ser y estar en el mundo. Las mujeres y hombres que creemos firmemente que éste no es país para machistas.
[Sònia Guerra López, secretaria de políticas feministas del PSC y diputada por Barcelona]