Personas de distintos países europeos participan en la fiesta clandestina que comenzó el pasado viernes a orillas de un embalse. La Guardia Civil ha establecido controles de drogas y vigila el lugar con drones.
La víctima, un hombre de unos 60 años, ha muerto a última hora de la tarde, en plena lucha contra un incendio que había sido declarado de nivel 2 poco antes.