Cuando más Europa necesitábamos, más fronteras interiores y exteriores nos estamos encontrando. Cuando más urgente resultaba traducir en políticas concretas aquellos valores de paz, prosperidad y democracia de los que hablan nuestros mitos fundadores, más guerras, recortes y xenofobia vemos crecer a lo largo y ancho del continente. Ya conocemos los resultados de combinar empobrecimiento, capitalismo salvaje, intolerancia y nacionalismo.